N33 : JUN 2023 - NOV 2023
ISSN 2007-5480
33

TICE

Ciudadanía activa: el papel de la educación y la importancia de la enseñanza y el aprendizaje de las lenguas extranjeras y de las TICE

Gabriela E. Cortés Sánchez *
Roberto Ruiz Cámara **
UAM - Azcapotzalco
Diana Ruiz Cámara ***
CCH Naucalpan

Resumen

Este trabajo tiene como objetivo reflexionar sobre un proyecto que promueva la construcción de una ciudadanía activa en el ámbito educativo y sugiere algunas estrategias y prácticas educativas que podrían orientar el diseño de un proyecto más ambicioso o guiar las actividades de otros docentes, en el salón de clase y privilegia también el acceso a una sólida formación digital de todos los actores.

Palabras clave
educación ciudadanía activa capacitación digital lenguas extranjeras formación ciudadana currículo
 
Abstract

This work aims to reflect on a project that promotes the construction of active citizenship in the educational field and suggests some educational strategies and practices that could guide the design of a more ambitious project or guide the activities of other teachers, in the classroom. class and also privileges access to solid digital training for all actors.

Keywords
education active citizenship digital training foreign languages citizen training curriculum

Introducción

Nuestra sociedad actual enfrenta numerosos desafíos: exclusión, pobreza, discriminación, violencia, intolerancia, inequidad, entre muchos otros y, todos requieren de acciones inmediatas. Si bien, un sinnúmero de actores, de múltiples instancias, se han abocado a intentar resolver estos problemas; una de las mejores respuestas a tales vicisitudes, parece encontrarse en uno de los campos trascendentales del quehacer humano; es decir, la educación. La educación como espacio privilegiado para la construcción de una ciudadanía activa que contrarreste (nulifique) los efectos de la inequidad causante de tantos males.

En México se han realizado esfuerzos para integrar a la formación de una ciudadanía activa al ámbito educativo y se han logrado ciertos avances; pero, a la fecha, estos esfuerzos han resultado de poca eficacia e insuficientes y los problemas persisten o incluso se acrecientan.

Es en este sentido, en el que un proyecto que promueva la construcción de una ciudadanía activa en el ámbito educativo resulta imperante.

La propuesta que se presenta en este estudio, no pretende ser una solución definitiva, ni abarca todas las dimensiones de la problemática que envuelve a su propósito central. Sin embargo, sugiere algunas estrategias y prácticas educativas que podrían orientar el diseño de un proyecto más ambicioso o guiar las actividades de otros docentes, en el salón de clase.

Este trabajo se ha constituido, también, en un espacio propicio para aplicar, en el campo de la enseñanza de lenguas extranjeras, los aprendizajes adquiridos a lo largo de este curso; lo que les da un sentido más profundo y los vuelve significativos.

Actualmente, los adelantos en el campo de la investigación científica, la constante evolución de la sociedad, la globalización y la multiplicidad de identidades culturales en los espacios escolares, conducen al sistema educativo a reencauzar sus objetivos y sus estrategias hacia una nueva perspectiva educativa y social basada en principios éticos. De ahí, la necesidad de diseñar un proyecto de intervención, viable y sustentado, tendiente a promover la construcción de una ciudadanía activa desde el ámbito educativo.

Contexto

La ciudadanía constituye, en sí, un concepto multidimensional, multi semántico y en constante evolución. Su inserción en los sistemas educativos conlleva, pues, toda una serie de cuestionamientos. Si se toma en cuenta que la familia, la comunidad, los poderes económicos y políticos, las organizaciones no gubernamentales, los medios masivos de comunicación, entre otros actores, son corresponsables de la formación de ciudadanos, habría entonces que determinar en qué medida corresponde a la educación participar en dicha tarea y de qué medios habrá de valerse para poder llevar su contribución a buen término.

Si bien, la formación de ciudadanos no es una función exclusiva de un sistema educativo, la influencia de un espacio escolar sí es determinante en la formación en democracia participativa y ciudadanía de los futuros adultos que deberán vivir, pensar y actuar en sociedad.

Por otra parte, de acuerdo al contexto histórico y geográfico, la formación ciudadana, como función educativa, adopta un sinfín de espacios que van, desde ser parte esencial de la misión, visión y valores institucionales; incluir en el plan de estudios una disciplina específica para este efecto o contemplar una unidad circunscrita a otra materia de la currículo; hasta dejar completamente fuera de la misión escolar cualquier referencia a la ciudadanía. Ninguno de estos modelos sería suficiente, no obstante, para cumplir con los procesos participativos, complejos, progresivos y constantes que se requieren para completar este cometido.

En el caso de México, la formación ciudadana se ha encomendado tradicionalmente, en el espacio educativo, a las asignaturas de Historia y Civismo, Geografía (Geopolítica), Educación Cívica, Ética y Derecho y, a través del tiempo, el concepto y sus propósitos se han interpretado de diversas formas que van: desde la enseñanza de normas de urbanidad y disciplina,  ceremonias cívicas,  honores a la bandera, relaciones entre el ciudadano y el Estado, la formación de hábitos, hasta la inclusión de los Derechos Humanos en 1993 y el reconocimiento de la igualdad sustantiva, el respeto a todos los derechos, la libertad, la cultura de la paz, la solidaridad internacional, la honestidad y los valores, señalados en la reestructuración del artículo 3º en la Reforma Educativa del 15 de mayo de 2019 (DOF, 2019). Incluso, en diversas ocasiones, las asignaturas que contemplan a la formación ciudadana en su currículo han sido eliminadas del Plan de Estudios de Educación Básica (Rivera, 2019).

Sin embargo, las enormes deficiencias y lagunas en el manejo de la formación ciudadana en México y que afectan, sin duda, el alcance de su propósito fundamental, quedaron de manifiesto en los resultados obtenidos en el “International Civic and Citizenship Education Study” en 2016; en donde se reveló que “el 66% de los estudiantes mexicanos mostró niveles bajos e intermedios de dominio de los aspectos básicos asociados a la ciudadanía y, tan sólo el 13% alcanzó niveles de reflexión y de aplicación del conocimiento cívico (INEE, s/f). En dicho estudio participaron 5 526 estudiantes, 1 918 docentes de 213 escuelas de nivel Secundaria y, únicamente 1 de cada 10 alcanzó el nivel de desempeño máximo (Cívica, 2016).

Esta reflexión se centra en promover la construcción, por parte del estudiante, de un juicio moral y cívico, de un espíritu crítico y de una cultura de la responsabilidad y del compromiso; encuentra su sustento epistemológico en las recomendaciones emitidas por el INEE, en materia de formación ciudadana, en las referencias consultadas y enlistadas al final del trabajo y en algunos aprendizajes y experiencias adquiridos a lo largo de nuestra vida profesional. Su campo de aplicación abarca, en una primera fase, todas las etapas de la educación formal y, más tarde, se enfoca específicamente en el campo de la enseñanza de lenguas extranjeras, por ser éste un espacio privilegiado de encuentro, de comunicación y de socialización.

Nuestro objetivo general no se finca exclusivamente en los saberes o en los procesos de adhesión que implican la construcción de una ciudadanía activa; sino que pretende, además, promover el desarrollo de una conciencia social, indispensable en todos los niveles de la esfera educativa, para formar ciudadanos comprometidos, emprendedores, dotados de libre albedrío, participativos, responsables y sensibles al bien común.

El primer objetivo específico, por su parte, se enfoca en propiciar un verdadero cambio comportamental en los estudiantes, a través de la implementación de estrategias y prácticas pertinentes y cercanas a la nueva realidad educativa y social.

En el segundo objetivo específico, que se refiere particularmente a la enseñanza de lenguas extranjeras, se intenta establecer los mecanismos que habrán de constituirse en el fundamento para que el estudiante descubra su propia identidad como punto de partida, evalúe las imágenes recibidas de la lengua-cultura meta e integre la descripción de lo que le es ajeno a su propio sistema de referencias.

Al considerar, en esta reflexión, que la formación ciudadana debe formar parte integral de la misión, visión y valores de toda institución educativa, se sugiere la inclusión de una materia de Formación Ciudadana en los diferentes planes de estudio, con profesores formados exclusivamente para ese propósito. Sin embargo, en concordancia con la propuesta del extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación en México (INEE, s/f), para fortalecer la formación ciudadana en la educación obligatoria, se prevé también, un currículo transversal que involucre a las demás disciplinas escolares y que incida en otras áreas del conocimiento, incluso a nivel extracurricular.

Las consideraciones expresadas a continuación, darán paso a las actividades que se describen en el Cronograma de actividades para promover la construcción de una Ciudadanía Activa.

  • Se deberá, ante todo, revisar el perfil del docente para abrir paso a una formación específica en el área de la formación ciudadana. En dicha formación se considerarán, también, los contenidos y prácticas de corte transversal que serán abordadas por otras áreas del conocimiento.
  • Desde una etapa temprana, se deberán promover los conocimientos, competencias y valores necesarios – adquiridos en función de experiencias, proyectos, encuentros, conferencias, debates, documentales, análisis comparativos, etc. -  para que el estudiante comprenda la organización, el funcionamiento y los aconteceres de la sociedad y de sus instituciones, tanto en el plano local como global. De esta manera, el estudiante podrá involucrarse y participar eficazmente en ellas, con pleno conocimiento de sus obligaciones y de sus derechos.
  • Es importante verificar que el estudiante entienda que la ciudadanía es un concepto autónomo e independiente; que su colectividad es sólo uno de los espacios posibles en los que podrá experimentar y ejercer su ciudadanía (Anderson, 1991 en Starkey, 2002) y que, sus responsabilidades ciudadanas – equidad, migración, medio ambiente, economía, etc., -  rebasan el espacio local y se extienden al mundo global e interdependiente en el que realmente vive.
  • En un segundo paso, las instituciones educativas deberán abandonar su modelo hegemónico y empoderar al estudiante para que participe, de forma ciudadana, en las actividades escolares de gestión y en la toma de decisiones, a través de sociedades de alumnos, colegios académicos, consejos educativos, cooperativas escolares, periódicos de difusión interna, comités de lucha contra el acoso escolar y prácticas electorales en cargos de representación, entre otros; así como en campañas y actividades de interés público (contra el racismo, la homofobia, el abandono animal, etc.) originadas en la escuela para el beneficio de la sociedad. Sólo a través de estas implicaciones reales y concretas, el estudiante asumirá, de la mejor manera, su papel de ciudadano.
  • Se deberá privilegiar, también, el acceso a una sólida formación digital para adentrarse en la información y en los medios masivos de comunicación (Internet, redes sociales, etc.). Una formación orientada hacia la construcción de una conciencia cívica que permita a los estudiantes descifrar los usos responsables de los medios digitales; que propicie una visión crítica que los haga comprender, interpretar y evaluar las intenciones de los medios de información y que les permita distinguir entre conocimiento, teorías, creencias, realidades, estereotipos, informaciones reales, tendenciosas y falsas, entre otros.

La enseñanza de lenguas extranjeras y su papel en la construcción de una ciudadanía activa

El aprendizaje de una lengua extranjera va más allá del manejo de la dimensión lingüística o de la dimensión cultural. Durante el aprendizaje de una lengua extranjera se genera un espacio de confluencia entre la lengua de origen y la lengua meta. Es, sin duda, en este espacio, en donde el aprendiente descubrirá nuevas formas y matices variados de realidades distintas, percibirá la existencia de bienes y valores culturales ajenos a los suyos y tendrá la oportunidad de integrarse a diferentes estilos de vida de los seres humanos.

Se ha considerado a la enseñanza y al aprendizaje de lenguas extranjeras en la construcción de una ciudadanía activa, porque, a través de una serie de procesos y de análisis, se podría llevar al estudiante a superar la visión reduccionista que conllevan los estereotipos y la hostilidad hacia lo desconocido y, por su posición privilegiada en el manejo adecuado de las diferencias, de las tensiones y de los conflictos que se presentan en una visión global.

En este sentido, algunas propuestas susceptibles de conformar un proyecto de construcción de una ciudadanía activa desde la enseñanza y el aprendizaje de las lenguas extranjeras, serían las siguientes:

  • Como en las etapas anteriores, se deberá iniciar por promover, a través de la literatura y de algunos medios audiovisuales, entre otros, el conocimiento de realidades alternas; subrayando, de manera enfática, el respeto a las diferencias, que no deberán ser concebidas en términos de desigualdad ni de jerarquía. La educación para la tolerancia y la paz depende de la capacidad para integrar a los demás con sus diferencias, costumbres, comportamientos, creencias y particularidades.
  • A través de un conjunto de recursos de orden pedagógico, lingüístico y cultural, el docente de lenguas extranjeras podrá propiciar, en sus estudiantes, el desarrollo de la capacidad para relacionarse con los demás. El docente deberá monitorear constantemente los procesos; principalmente cuando se perciba que podrían existir conflictos de interpretación de las realidades alternas.

Una de las características de un ciudadano activo y participativo, es la de ejercer su derecho a la libre expresión: Tomar la palabra es tomar el poder (Bordieu, 1982 en Verdelhan-Bourgade, 1999); sin embargo, existen ciertas limitantes que, por falta de formación, timidez, pánico escénico, etc., impiden que la persona se exprese adecuadamente de forma oral; especialmente cuando la exposición se realiza frente a una audiencia numerosa.

  • Las estrategias, dinámicas y actividades concebidas para impulsar el desarrollo de la producción oral (toma de posición, expresar una opinión, mostrar un desacuerdo, etc.) en la enseñanza de lenguas extranjeras, constituyen un factor importante para superar las resistencias que tienen los estudiantes al expresarse (principalmente en público). Resistencias que, generalmente, no han sido superadas en lengua materna. Una dinámica emanada de un análisis pre pedagógico, en donde el conjunto del grupo aborde un tema actual de interés social, por ejemplo; en donde cada quien tome una postura desde su punto de vista personal o asumiendo la identidad de un personaje ficticio y se origine un debate simulado, pero sustentado, resulta sumamente motivante, despierta el entusiasmo y propicia la participación activa de todos los integrantes del grupo.

Algunas actividades inherentes a las propuestas anteriores se encuentran en el siguiente cronograma:

Cronograma de actividades para promover la construcción de una Ciudadanía Activa
FECHA TEMA OBJETIVO ESTRATEGIA TIEMPO
20/06/2023 Caravanas migrantes en el territorio nacional. Informar, crear conciencia social, reflexionar. Documental, videos de noticias, discusión grupal. 1 sesión
2 horas.
22/06/2023 La familia como institución social. Propiciar el conocimiento de las instituciones sociales. Conferencia magistral 2 horas.
24/06/2023 El abandono animal en México y sus consecuencias. Crear conciencia social, reflexionar, emprender acciones en contra del abandono animal. Concurso: Elaboración de un cartel contra el abandono animal. (Texto en inglés / francés e imágenes) Ver convocatoria. 1 semana.
27/06/2023 Consejo Académico de la Universidad. Fomentar la participación activa del estudiante. Adentrarse en los procesos electorales. Postulación real o ficticia al Consejo. Organizar la campaña: Detección de necesidades escolares. Elaboración de un proyecto y de un plan de trabajo. Votaciones abiertas. 2 meses.
29/06/2023 Acoso escolar: Bullying Crear conciencia social, emprender acciones de mitigación. Creación de una red social para concientizar a la comunidad educativa sobre los efectos nocivos de esa práctica. Actividad permanente.
1 /07/2023 Aborto Crear conciencia social, aprender a tomar la palabra y a argumentar. Debate: Toma de postura y preparación de argumentos.
Simulación de un debate en lengua inglesa.
I día en preparar la actividad y dos horas de debate.
4/07/2023 Intercambio México / Reino Unido Reconocer la alteridad. Desarrollar el respeto por la diferencia. Desarrollar la competencia oral. Creación de un grupo de chat en Zoom. Preparar un cuestionario en inglés (getting to know you). 1 hora por semana durante todo el semestre.
6/07/2023 Beneficencia Desarrollar el sentido altruista, empático y de preocupación por el bien común. Visita grupal a un retiro de ancianos. Confeccionar un presente para alguno de los ancianos. Preparar una historia para narrar a uno o a un grupo de ancianos. Asistirlos a la hora de la comida. 1 día.
8/07/2023 Formación digital Preparar al estudiante para enfrentarse al mundo digital. Desarrollar su capacidad de comprensión y análisis Analizar una información sobre el Gobierno. Verificar la fuente y el autor que genera la información. Consultar fuentes alternas. Analizar la intención del autor. Cotejar resultados con sus compañeros. Discusión grupal. 2 horas.

Diapositiva

Ciudadanía: el papel de las TICE

Por otra parte, el campo digital representa una dimensión de la formación ciudadana tendiente a asegurar, en los estudiantes, un ambiente sano y una convivencia armoniosa. La ciudadanía digital define, por una parte, el manejo eficaz y positivo de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación Educativas (establecer relaciones sociales, investigar, crear, comunicar y aprender, entre otras) y, por otra parte, el compromiso y la participación activa y responsable (valores y actitudes, entre otras).

En este sentido, se deberá determinar en qué sentido las TICEs rediseñan la noción de ciudadanía, en un contexto en donde lo digital rompe abruptamente las fronteras físicas entre las diferentes regiones, para dar paso a un sentimiento de pertenencia a una humanidad común.

 La educación digital en un contexto de inclusión
La adquisición de una cultura digital adecuada propicia que los estudiantes ejerzan su ciudadanía en una sociedad inclusiva.
La conciencia sobre el impacto de los equipos y usos digitales en el campo educativo contribuye al desarrollo de conocimientos, prácticas ciudadanas y usos responsables.
La cultura de los bienes comunes digitales promueve la co-creación y el intercambio de recursos sostenibles y accesibles que la comunidad escolar puede utilizar y modificar libremente.
El campo digital incrementa el poder de acción y la confianza de los estudiantes y, de esta forma, propicia el desarrollo de la creatividad y de la reflexión.
Comprender las razones digitales, incluidas las económicas y la inteligencia artificial contribuye al desarrollo del pensamiento crítico en cada estudiante y le da las claves para prepararse para su futuro.

Diapositiva

Reflexiones Finales

Los ciudadanos tienen un papel preponderante en la construcción de una mejor sociedad anclada en la democracia. Para eso, es necesario que adquieran los saberes, las competencias y las actitudes propias de una ciudadanía activa. Lograr la adquisición de competencias de ciudadanía activa y de espíritu crítico, es competencia compartida de la educación; la cual debe promover, también, los valores fundamentales que eviten prácticas nocivas como la discriminación, la exclusión y la desigualdad, entre otras.

Aunque, en ese sentido, en México se han hecho esfuerzos, la mayoría de ellos han resultado infructuosos, parciales y/o insuficientes y, por lo tanto, una gran parte de sus ciudadanos no poseen las competencias necesarias para integrarse, de forma crítica, comprometida, participativa y activa en el seno de la sociedad.

Si bien, la formación ciudadana es una de las misiones fundamentales de la educación y se le ha encomendado la responsabilidad de formar ciudadanos capaces de participar activamente y de manera crítica en la construcción de una sociedad activa, debería, entonces, contar con el apoyo decidido de TODOS los actores comprometidos. Como bien señala Silvia L. Conde: “El aporte específico de la escuela a la formación ciudadana consiste en sentar los cimientos de una ciudadanía que se consolidará fuera de las aulas, ya que la educación formal tiene claras limitaciones para ofrecer a las personas una práctica real de la vida democrática” (Conde, 2020).

De otra manera, ¿Cómo podría la educación combatir el sentimiento de impotencia y la rebeldía de los jóvenes marginados, para integrarlos a la vida activa de las instituciones “democráticas”? ; ¿De qué manera podría propiciar el desarrollo de un espíritu crítico de sus estudiantes, frente a la avalancha de modelos contrarios que ven, día a día, en la sociedad y en los medios de comunicación?;  ¿Cómo involucrarse en la construcción de una sociedad en donde las diferencias se confunden con desigualdad y, la desigualdad es factor de exclusión? y ¿Cómo propiciar el reconocimiento de la diversidad como motor de cambio y de dinamismo social, si la diversidad es motivo de rechazo?

Referencias

Clandinin, Jena; Connelly, Michael; Fang He, Ming (1997) Teachers personal practical knowledge on the professional Knowledge landscape. Teaching and teacher education vol 13, num 7.

Cívica. (2016). Cívica: Resultados México. Recuperado de: https://www.inee.edu.mx/wp-content/uploads/2019/01/P2A331.pdf

Conde, S. (2020). Formación ciudadana en México. Instituto Nacional Electoral. Recuperado de: https://www.ine.mx/wp-content/uploads/2021/02/CDCD-32.pdf

DOF, (2019). DECRETO por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de los artículos 3o., 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia educativa. Recuperado de: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5560457&fecha=15/05/2019#gsc.tab=0

INEE. (s/f). Fortalecer la formación ciudadana en la educación obligatoria. Recomendaciones para el sistema educativo. Recuperado de: https://www.inee.edu.mx/wp-content/uploads/2019/02/P1C721.pdf

INEE. (2017). Cívica: Informe nacional de resultados 2016. YouTube. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=gs29BlnjNHE&t=2036s

Rivera, A. (2019) Materias tardaron 17 años en volver al salón de clases. El Universal. Recuperado de: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/materias-tardaron-17-anos-en-volver-al-salon-de-clases

Starkey, H. (2002). Citoyenneté Democratique, Langues, Diversité et Droits de l’Homme. Conseil de l’Europe. Recuperado de: https://rm.coe.int/citoyennete-democratique-langues-diversite-et-droits-de-l-homme/1680887834

Verdelhan-Bourgade, M. (1999). Éducation au langage et valeurs du citoyen : exemples en francophonie. Tréma : revue internationale en science de l’éducation et didactique. Recuperado de: https://journals.openedition.org/trema/1687?lang=en

 


* Gabriela E. Cortés Sánchez: Licenciada en Derecho por la UAM-A, maestría en Lingüística Aplicada por la UNAM, “Certificate of Proficiency in Teaching English as a Foreign Language”. Profesora-investigadora titular “C” en la UAM-A. Coautor de los libros “English for Economists” y “Aprender a aprender”. Director de la Revista Electrónica Re Lingüística Aplicada de la UAM-A desde 2004. Miembro del Grupo de Investigación en Lingüística Aplicada (GILA).

** Roberto Ruiz Cámara: Egresado de la Escuela Normal Superior de México con especialidad en francés. Estudió lengua francesa y metodología de enseñanza FLE en la Universidad de la Sorbona (París III), Francia y en la Universidad de Montreal, en Montreal, Quebec, Canadá. Obtuvo una Maestría en Ciencias de la Educación de la Universidad del Valle de México y Laureate International Universities en Baltimore, Maryland, Estados Unidos de América. Actualmente, es profesor de tiempo completo en la Universidad Autónoma Metropolitana – Azcapotzalco.

*** Diana Ruiz Cámara: Egresada de la Licenciatura en Enseñanza de Inglés por la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán y cuenta con una Maestría en Educación por la UNITEC. Ha impartido cursos sabatinos en diversos niveles dentro de la FES Acatlán y formó parte del equipo de coordinación del Centro de Enseñanza de Idiomas (CEI) de la misma institución. Así mismo, ha fungido como asesor de Mediateca y del Programa Institucional de Asesorías (PIA) del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) del plantel Naucalpan en donde actualmente labora.