junio - noviembre 2012
ISSN 2007-5480

Didáctica

Cómo explotar un texto en clase de ENE

Alberto García Pujals  * 
Instituto Cervantes

¿Por qué trabajar con textos en clase de ENE?

En términos generales y citando a Rubén Muñoz en ¿Cómo enseñar escritos comerciales en la clase de E/LE de forma comunicativa?, cabe empezar afirmando que “en el entorno comercial, la comunicación escrita tiene un papel muy importante, de ahí que se derive la gran cantidad de documentos escritos que [...] dictaminan una variada tipología de escritos de acuerdo con las convenciones que exige el contexto profesional”.

A este respecto, Daniel Cassany añade en La lectura y la escritura de géneros profesionales en EpFE que “la actividad profesional de los diferentes ámbitos especializados (economía, negocios, derecho, ciencia, etc.) suele desarrollarse en buena parte con código escrito, lo cual exige que la formación en EpFE dedique mucho esfuerzo al aprendizaje de los discursos escritos y a las habilidades de procesamiento de los mismos”.

A parte de los motivos expuestos en el párrafo anterior, Cassany apunta que en el trabajo con textos en clase de ENE existen ventajas como que, a través de la lectura y escritura, los aprendientes ven cubiertas sus necesidades de aprendizaje sociocultural, además de las relativas a la gramática, el léxico, la retórica, el estilo, la pragmática y otras las peculiaridades del español profesional. Dichas peculiaridades, siempre según el autor, varían según las entidades en la que se cree el texto, aunque pertenezcan al mismo sector. Además, “la formación en EpFE permite a los empleados de organizaciones no solo mejorar su capacidad para interactuar en español, sino también desarrollar sus capacidades profesionales generales”.

En primera instancia, podría pensarse que el enseñanza de ENE a través de textos descuidaría las destrezas de comprensión y producción orales. Sin embargo, tanto Muñoz como Casany insisten en que las diferentes destrezas de comunicación se integrarían entre sí, ya que “la lectura requiere el uso instrumental de la conversación entre aprendices para desarrollar las interpretaciones de los textos leídos”, en palabras de Cassany.

Inconvenientes del uso de textos en clase de ENE

Autores como Michael H. Long coinciden en que “los textos deben existir, por supuesto, ya que los estudiantes no aprenderán una lengua sin estar expuestos a input lingüístico”. Sin embargo, Long especifica en Español para fines específicos: ¿textos o tareas? que, en la enseñanza de segundas lenguas, habría que reconsiderar la validez de los textos genuinos o auténticos, es decir, los producidos directamente por hablantes nativos y dirigidos también a nativos. Esto se debe a que “se expone a los aprendices a enormes cantidades de lenguaje desconocido (vocabulario nuevo, sintaxis compleja, etc.) sin recursos que compensen y faciliten la comprensión”.
                   
Respecto a este problema, Long descarta la solución de simplificar los textos genuinos acortando las frases y restringiendo el vocabulario y la gramática por considerar que “tienden a convertirse en un input rebuscado [...] con el resultado de que carecen de rasgos propios del discurso natural”.

La solución propuesta por el autor es la elaboración, es decir, “añadir redundancia” mediante “la repetición, la paráfrasis y los sinónimos”, convertir los pronombres en sus correspondientes “oraciones nominales completas”, ordenar cronológicamente la información, eliminar muletas gradualmente, “señalar las relaciones gramaticales y semánticas extraíbles del contexto”, añadir paralelismos y estructuras canónicas, retener “constituyentes opcionales”, como determinados pronombres, o explicitar las relaciones lógicas mediante elementos de coherencia y cohesión. Long concluye que de este modo no solo es más fácil para el aprendiente entender el texto, como pasa con la simplificación, sino que además se mejora el aprendizaje en general de la lengua.

Propuesta de metodología

Aguirre (2011) y Muñoz parten de un nivel B1 según el MCER como grueso ideal de conocimientos con los que impartir una clase de ENE. Cassany recomienda además “la recopilación y el análisis de producciones previas del aprendiz” para “formular un diagnóstico preciso e individualizado de sus capacidades y carencias” y averiguar, también mediante entrevistas o muestras del nivel de discurso que se desea alcanzar, qué tipo de comunicación se esperaría del aprendiente a finalizar la formación, teniendo en cuenta las condiciones y los procesos de trabajo en la entidad, además del libro de estilo, en caso de que exista. Esto sería lo que se llama un análisis exhaustivo de necesidades.

Muñoz apuesta por una clase de ENE en la que se consiga identificar y ejercitar las estructuras y contenidos propios de cada tipología textual “totalmente integrados y aplicando un enfoque comunicativo” que dé “prioridad a la destreza de la producción oral [...] como una de las más importantes dentro del proceso de aprendizaje de un idioma. Pues hablando se refleja todo o aprendido y se lleva a la práctica”.

Por su parte, Long argumenta a favor de lo que él llama “enfoque en la forma”, es decir, centrarse tanto en las formas como en el significado, lo que implica “atraer la atención de los estudiantes brevemente a objetivos lingüísticos problemáticos, bajo ciertas condiciones, en contexto, durante una clase orientada comunicativamente”, con el requisito de que los contenidos tratados sean “aprendibles” según el nivel.

Este último autor aconseja al profesor que intervenga solo ante problemas obvios de comprensión y cuando el contenido tratado en un momento dado entrañe potencial de aprendizaje. Este procedimiento tendría como consecuencia que serían los alumnos mismos los que inconscientemente eligirían el momento para aplicar el enfoque en la forma, según el problema de comunicación o lingüístico que les surgiera en las reformulacones o descodificaciones al avanzar en la lectura del texto. Así, el significado y la función de los nuevos elementos “están probablemente listos para ser entendidos por el aprendiz. Esto simplifica la tarea de aprendizaje y significa que se liberan recursos de atención”, explica Long.

Conclusiones: aplicación práctica en el aula de ENE

De las valiosas aportaciones realizadas por los estudiantes en el tema de foro ¿Qué podemos hacer con un texto en una clase de ENE? , en el marco del posgrado de Didáctica de español de los negocios, se pueden extraer recomendaciones muy útiles y concretas para trabajar un texto en clase de ENE.

Se parte de un texto de divulgación en la prensa escrita con vocabulario perteneciente al ámbito de la economía. A continuación se detalla un propuesta de pasos a seguir en el trabajo con un texto de esta naturaleza:

  1. Comenzar con preguntas a los aprendientes sobre qué conocimientos previos tienen respecto al tema, en forma de introducción y preparación el contenido nuevo. Esto les ayudará a asimilar mejor la información nueva en la memoria al vincularla a sus conocimientos previos.
  2. Dejar que los alumnos lean por turnos en voz alta cada frase del texto. Así se detectarán posibles problemas en la pronunciación y la entonación, o simplemente ser ejercitará lo que ya se sabe.
  3. Extraer el vocabulario y las estructuras gramaticales desconocidos, tratando de que sean los alumnos mismos quienes aclaren sus significados o sus reglas, ya sea a través del contexto o del cotexto. Esto desarrollará su autonomía y sus estrategias de aprendizaje.
  4. Enfocar la atención a algunas de las frases del texto y preguntarles su opinión sobre el contenido, para que el profesor se asegure de que no solo han entendido la información, sino de que también son capaces de reformularla, por ejemplo, hablando sobre las mismas circunstancias descritas en el texto, pero aplicadas al contexto de su país. Esto les ayudaría a asimilar las novedades en vocabulario y estructuras.
  5. Continuando con la asimilación de vocabulario y estructuras, se propone hacer trabajar a los alumnos en parejas y con fragmentos diferentes. El que suscribe suele pedir a cada integrante de la pareja que haga un esquema de una mitad del texto para después ser capaz de explicarle a su compañero con sus propias palabras lo que ha leído. El compañero debe preguntarle por la información que falte o que sea errónea. Después se cambian los roles usando la otra mitad del texto. Entretanto, el profesor camina entre las parejas y anota los errores y los aciertos de los estudiantes en su producción oral, para después explicarlos en la pizarra.
  6. Dado el caso, al final y a modo de conclusión del tema, se propone seguir trabajando la producción oral y la conversación de forma distendida, abriendo un debate en el que se compartan opiniones. Esto les induciría de nuevo a utilizar las estructuras y palabras nuevas para incluirlas finalmente en su vocabulario activo.

Bibliografía

Muñoz, Rubén. “¿Cómo enseñar escritos comerciales en la clase de E/LE de forma comunicativa? Nuevas propuestas de unidades didácticas”, RedELE, nº 7.

Cassany, Daniel. “La lectura y la escritura de géneros profesionales en EpFE”. Actas del II Congreso Internacional de Español para Fines Específicos. Instituto Cervantes de Utrecht,
2003.

Long, Michael H. “Español para fines específicos: ¿textos o tareas?”, Actas del II Congreso Internacional de Español para Fines Específicos. Instituto Cervantes de Utrecht, 2003.

Aguirre, Blanca (2001). La implantación práctica en el aula del español de los negocios.

Tema del foro ¿Qué podemos hacer con un texto en una clase de ENE?, en el marco del Posgrado en Didáctica de español de los negocios, edición 2012. Universidad Complutense.

 


 *  Alberto García Pujals: Alberto García Pujals es licenciado en Traducción e Interpretación por la Universidad Alfonso X el Sabio y en Periodismo por la Universidad Pompeu Fabra. Actualmente cursa el Máster Oficial de Español como Lengua Extranjera por el Instituto Cervantes y tiene tras de sí, en el ámbito académico que nos ocupa, el Posgrado en Didáctica de Español de los Negocios, por la Universidad Complutense. Desde 2005 viene impartiendo clases de ENE en diferentes instituciones como la Universidad Politécnica de Colonia, la European University of Applied Sciences, la Bergische Universidad de Wuppertal y la Sociedad Alemana para las Inversiones y el Desarrollo. Sus clases de ENE y ELE con fines específicos han tenido lugar en la Fundación Vicente Ferrer, para proyectos de desarrollo, y en la Universidad Macromedia, para futuros periodistas.

Reserva de Dererchos-INDAUTOR: 04-2010-060210103400-203
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