junio - noviembre 2015
ISSN 2007-5480

Didáctica

Las emociones y sentimientos en el proceso de enseñanza-aprendizaje del inglés

Lucrecia Monleón Cebollada *
UAM - X

Resumen

La presente investigación tiene como finalidad conocer la posible pertinencia de incluir las emociones y sentimientos en el aprendizaje del inglés. Varios autores de reconocimiento internacional en esta área de conocimiento concluyen sobre la carencia de investigaciones que den cuenta sobre la importancia que tiene la afectividad en la adquisición del inglés. La mayoría de los estudiosos consultados coinciden en que una de las razones principales para incorporar el aspecto afectivo en el aprendizaje de idiomas, como en cualquier área de conocimiento, es por su contribución al desarrollo del potencial humano de manera integral. Aunque en el presente trabajo sostengo que los docentes necesitan familiarizarse con el manejo de la afectividad ya que su reconocimiento y tratamiento puede contribuir a lograr una mayor eficacia en el aprendizaje de idiomas, me parece de suma importancia conocer la percepción de los estudiantes respecto a este tema. Para ello, elaboré una encuesta tipo ensayo que invita a que los estudiantes retomen su propia experiencia y perspectiva sobre aspectos inherentes a la afectividad y la manera en que este aspecto contribuye en el aprendizaje del inglés. Asimismo, incluyo algunos resultados preliminares obtenidos durante la fase de pilotaje de dicho instrumento aplicado a una muestra de estudiantes.

Palabras clave

Afectividad aprendizaje idiomas; desarrollo integral; papel del docente; percepciones de los estudiantes sobre la afectividad en aprendizaje inglés; encuesta tipo ensayo.


Introducción

En este trabajo se presenta un panorama general de la afectividad como un elemento importante en el potencial del aprendizaje humano –incluido el de las lenguas. Parto de la afectividad definida desde la psicología como la capacidad de reacción que presenta un sujeto ante los estímulos que provengan del medio interno o externo, y cuyas principales manifestaciones son los sentimientos y las emociones.

La mayoría de los autores especializados en el tema coinciden en que una de las principales razones para incorporar el aspecto afectivo en el ámbito del aprendizaje se debe a su contribución en el desarrollo integral del ser humano. Cabe aclarar que el hecho de reconocer la importancia que tiene la afectividad en el aprendizaje no soslaya los aspectos sociales ni cognitivos que intervienen en este proceso de conocimiento. Respecto a la capacidad de adquirir conocimientos, actualmente existe una tendencia de los estudiosos en este campo a reconsiderar y activar una mayor capacidad cerebral a través de la inclusión consciente de los sentidos, las emociones, los sentimientos, la imaginación y la razón. Asimismo, se observa que la unión de la afectividad con los aspectos cognitivos posibilita la construcción de un proceso de aprendizaje más sólido, dado que en el ámbito neurológico –como lugar donde se gesta la afectividad–, las emociones son una parte indispensable de la razón. En este sentido es de crucial importancia admitir que cuando se intenta suprimir o negar las emociones se pone en riesgo incluso la capacidad racional.

A partir de este postulado, surge la preocupación sobre el desempeño que han tenido las instituciones educativas en todos los niveles de enseñanza. Algunos estudiosos concluyen que estas instancias de formación académica lejos de fomentar una educación integral, que incluya el aspecto racional y afectivo de manera equilibrada, se han inclinado, al menos en lo que respecta a las sociedades occidentales  a lo largo de la historia, en el plano del raciocinio, descuidando el sentimiento. Las consecuencias de este desajuste las podemos observar claramente en el desalentador panorama social e individual actual como resultado del enfoque preponderantemente racional de dichas organizaciones sociales. En este sentido, cabe destacar algunas de los impactos negativos que se presentan en los sujetos que participan en el acto educativo cuando la afectividad es negada o no se le presta la atención adecuada: ansiedad, miedo, frustración, burla, baja auto-estima, descalificación por cometer errores, entre otros sentimientos y actitudes, que evidentemente merman la capacidad de aprender.

Por lo anterior, consideré pertinente presentar la visión alentadora que muestran algunos autores que nos invitan a reflexionar sobre la importancia de unir la afectividad y los aspectos cognitivos en un nivel de mayor profundidad, enfocándose en la formación de seres humanos más completos. Ello implica una visión educativa que va más allá de la simple transmisión de información en las personas que se forman en las diversas áreas del conocimiento, en la que coexiste el proceso de informar y formar aumentando la eficacia del proceso de enseñanza-aprendizaje, en general, y de idiomas, en particular, activándose con ello una mayor capacidad del cerebro al servicio de la construcción de sociedades más humanizadas. A la luz de esta perspectiva, que amalgama el aspecto afectivo y cognitivo, los profesores de lenguas tenemos una gran responsabilidad en educar a nuestros alumnos a vivir de forma más satisfactoria y ser miembros más responsables de la sociedad; sin embargo, para lograr esta meta, los especialistas coinciden en que el docente mismo necesita aprender o re-aprender a conocer  sus propias emociones, sentimientos y necesidades originados en las circunstancias que acontecen en su vida, incluido el proceso de aprender y compartir su experiencia pedagógica de la lengua. Desde este enfoque, se espera que esta forma de auto-conocimiento por parte del docente, contribuya a su vez a la comprensión y entendimiento de la afectividad de sus alumnos. Por ello, me pareció muy interesante “dar voz” a los estudiantes bajo mi responsabilidad para que expresen sus propias experiencias sobre la afectividad a lo largo de su formación académica en inglés.

Finalmente, comparto la sugerencia de algunos autores cuyas propuestas en el ámbito del proceso de enseñanza-aprendizaje de idiomas nos invitan a considerar la posibilidad de experimentar paz como parte de ambientes más inspiradores del aprendizaje. La paz como una necesidad universal del ser humano sigue siendo un elemento de vital importancia que contribuye no sólo a enseñar un idioma en un ambiente más placentero, sino, en un plano más esencial, a formar eficazmente seres humanos que puedan disfrutar plenamente sus vidas. Esta decisión implica un compromiso y responsabilidad personales de todos los sujetos que participan en el acto educativo, la cual se enfoca en descubrir los recursos internos con los que contamos, y a partir de ello hacer de la paz una realidad individual y social.

Metodología de la investigación

A partir de una necesidad personal como docente –encaminada a entender la vinculación entre la afectividad y el aprendizaje en general, y en especial del inglés como lengua extranjera, así como la comprensión y mejor entendimiento del impacto de la misma en mis estudiantes– comencé a consultar a varios autores que hablaban sobre esta temática. Mi primer paso fue conocer la definición de afectividad y opté por la presentada por Goleman (2000, citado en Arango 2006) “las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado.” El consenso mostrado por los especialistas es que la afectividad está constituida por los sentimientos y emociones, considerados como reacciones psicofisiológicas ante diversos estímulos. Los sentimientos surgen posteriormente como una evaluación consciente de las emociones, siendo los primeros más duraderos y las emociones más intensas.

Consideré importante no sólo conocer las aproximaciones teórico-prácticas de los especialistas en esta área de conocimiento, sino también abrir la comunicación con mis estudiantes a través del diseño y aplicación de una encuesta tipo ensayo, la cual sondea la percepción y experiencia sobre la afectividad durante su formación en el idioma inglés a lo largo de los distintos niveles escolares desde la primaria hasta los estudios universitarios. (Véase ANEXO 1). A partir de ambas aproximaciones: la de los especialistas, por un lado, y la de los estudiantes con sus propias percepciones, por otro, me pareció interesante conocer los puntos de coincidencia y diferencia entre ambos sujetos. La interpretación resultante de todos los comentarios me permitirá desprender algunas propuestas que favorezcan el proceso de enseñanza-aprendizaje en el idioma inglés. El objetivo principal que me he propuesto a partir del trabajo es contribuir a la creación colectiva de las condiciones básicas de un entorno educativo que facilite la adquisición del inglés y promueva al mismo tiempo el placer por aprender.

El total de la muestra fueron diez estudiantes encuestados de la materia “Habilidades Comunicativas en Inglés II y V”.

Marco teórico

A continuación expongo el análisis de la afectividad realizado por distinguidos especialistas en el tema de la afectividad y aprendizaje de lenguas e integro a su vez las opiniones de los estudiantes. El tema general está dividido en dos grandes apartados: La afectividad que obstaculiza el aprendizaje y la afectividad que lo favorece. Finalmente en las conclusiones retomo las sugerencias tanto de los especialistas en este campo como las opiniones de los estudiantes basadas en su propia experiencia respecto a la afectividad y su impacto en el aprendizaje de idiomas, siendo el propósito ofrecer alternativas para construir ambientes de aprendizaje más significativos.

I. Afectividad que obstaculiza el aprendizaje del inglés y su disfrute

1.1 Relación del afecto y el estado de salud y enfermedad

Nada es más despreciable que el respeto basado en el miedo.
Albert Camus

En esta línea de pensamiento, LeDoux (1996) afirma que la mente sin emociones no es mente.  Oatley y Jenkins (1996), por su parte, concluyen que las emociones lejos de ser accesorias forman parte de la interacción social diaria. Goleman (1997, citado en Arnold 2000) refiere estudios que constatan que “las emociones dolorosas nos provocan enfermedades, mientras que los estados mentales saludables fomentan la salud”. En relación con este aspecto, incluyo las contribuciones de los estudiantes que refieren su experiencia respecto a la influencia que ejercen los sentimientos y las emociones en su estado de salud.

Existe un consenso generalizado respecto a los siguientes aspectos:

Comparto expresiones de algunos estudiantes que encierran la idea central de este apartado en torno a la afectación negativa:

“Las emociones dolorosas como la ansiedad y la tristeza me causan problemas de salud como dolores de estómago y espalda”. Irina.

“Cuando algo me preocupa, me pongo triste; no me puedo concentrar en nada, todo me cuesta un gran esfuerzo; a veces se me va el hambre –es lo normal en mí–,  me enfermo del estómago o me da dolor de cabeza”. Rose.

“Cuando me enojo o me siento estresada siempre termino con gripe y, en cambio, cuando estoy plena y tranquila no me duele nada, me siento bien.” Ana.

1.2 Ansiedad

La ansiedad no sólo afecta negativamente al espíritu y su potencial, sino que también a la habilidad de cuidarse a sí mismo en mente y espíritu.
Jonathan Davidson

Es posiblemente el factor afectivo que tiene mayor fuerza para obstaculizar el aprendizaje. Está asociada con sentimientos negativos como desasosiego, frustración,  inseguridad, miedo, tensión.  Heron (1989, citado en Rojas y Arcos, 2014) afirma que actualmente no se ha profundizado en el estudio sobre las causas que originan esta ansiedad cuando se estudia un idioma extranjero en un ambiente escolarizado. Sin embargo, señala que la ridiculización al haber cometido errores prevalece como una de las causas recurrentes que detonan esta ansiedad. Concluye diciendo que la ansiedad, esto es, la angustia, el nerviosismo, el temor que se genera en las clases de idiomas por el reto que representa conocer un nuevo idioma, hace que el estudiante malgaste energía que podría usar en el proceso cognitivo. Por lo que a mí respecta, puedo compartir algunos resultados, producto de un proyecto de investigación que llevé a cabo para conocer las posibles razones por las que los estudiantes en general no participaban activamente en las clases de inglés, en el cual encontré que una de ellas es debido al temor a exponer en público sus dudas y a la inseguridad que les provoca el desconocimiento de la lengua. Estas actitudes concuerdan con mis observaciones como docente y me llevan a confirmar que no dominar la lengua es una gran limitante para participar debido a la inseguridad que genera. No obstante este último aspecto, no es el único; a ello se agrega el  temor de los estudiantes a exponer sus ideas en público y más aún si existe en ellos una experiencia previa de una didáctica que fomenta el prejuicio basado en la idea errónea de que la lengua se tiene que “usar correctamente” para no quedar en ridículo frente a los compañeros y maestros. Como parte de mi proyecto también encontré que la metodología usada en el proceso de adquisición de la lengua puede provocar ansiedad cuando es ésta es la del tipo tradicional, en la que las relaciones que establece el maestro son de dominio y sojuzgamiento hacia los estudiantes. (Monleón, 2015)

Acompaño las propuestas de los estudiantes para disminuir esta emoción al máximo posible:

Me parecieron sumamente interesantes y reveladoras las experiencias relacionadas con la ansiedad expresadas por los estudiantes:

“Como representante de la ansiedad que me causa aprender inglés, necesito hacer un trabajo personal, tratando de cambiar mi forma de pensar y hacer cosas para avanzar.”

“En mi experiencia personal, aprendo y comprendo mejor cuando me siento en un entorno de confianza y apoyo porque de esta manera me atrevo a aclarar mis dudas y participar sin temor a equivocarme y aprender de mis errores.” Edith

“Yo nunca he tenido ansiedad en las clases de idiomas. Creo que mucho depende de la personalidad del maestro.” Irina

“En mi caso la ansiedad no se genera por las clases de idiomas. Al contrario, es algo que me gusta; de hecho me gustaría conocer y aprender más de este idioma. En lo personal me causa emoción, alegría y entusiasmo cada clase.”  Cinthia

1. 3 La ridiculización y la burla

Dufeu (1994) propone la inclusión de la afectividad para que los estudiantes “se sientan a gusto mientras dan sus primeros pasos en el extraño mundo de una lengua extranjera. Para conseguirlo hay que crear un clima de aceptación que estimule su seguridad y les anime a experimentar y descubrir la lengua meta, permitiéndose correr riesgos sin sentirse avergonzados, criticados, que se burlen o ridiculizados.” Para Dufeu el nuevo lenguaje que descubre el estudiante es auténtico, ya que refleja sus propias sensaciones, sentimientos, emociones, expresión de necesidades y deseos, observaciones, intenciones, entre otros aspectos de su persona.

A continuación presento el consenso por parte de los estudiantes respecto a la mejor forma de contener  estas actitudes:

Comparto las expresiones de los estudiantes que reflejan las vivencias en un ambiente hostil por parte del docente en las clases de idiomas:

“Durante un curso en específico de inglés experimenté emociones negativas como impotencia, enojo, frustración, sentimientos de culpa, tristeza. Un profesor me dijo que no servía para el estudio, que si no había pensado en retirarme, que todo lo que hacía estaba mal. Jamás me sustentó o probó lo que decía; no me dio una retroalimentación diciéndome lo que había hecho mal, ni me dio ejemplos. No me ayudó para que yo pudiera mejorar.” Jennifer.

“Estoy convencida que el aprendizaje de un idioma es un reto y hace que sientas temor, que te pongas nervioso y ello dificulta el aprendizaje. Esto fue lo que me sucedió en mis clases de inglés pasadas desde la primaria hasta la prepa y no pude obtener ningún beneficio, porque el temor, el miedo me hizo creer que era incapaz de pensar, de aprender. Este miedo tiene en parte su origen en las burlas de los demás.”  Jennifer.

“En una clase de inglés, un profesor no quiso ayudarme a comprender un tema y me regañó por no entender.  Resultó que todo el grupo no había entendido y me hizo sentir triste y tonta por no entender.” Ada

“Es importante que el profesor no permita que los compañeros se burlen dando todo su apoyo.  Es muy común que muchos profesores se sienten lejos de ti cuando haces una exposición y te dejen solo enfrente de todos.  Uno se siente expuesto, indefenso y triste.” Anónimo

Para completar este apartado de actitudes de ridiculización y burla, me gustaría aprovechar la ocasión para compartir los resultados obtenidos en un proyecto de investigación anterior, en el que el objetivo general tiene que ver con la propuesta de ambientes más inspiradores del aprendizaje del inglés. Como parte del mismo consideré pertinente indagar actitudes negativas por parte de los docentes hacia el estudiante. La opinión de los estudiantes al respecto es la siguiente: La más prevalente fue la de “comentarios negativos”: 61.2%, seguido de “comparativos con otros estudiantes”: 35.3%; en tercer lugar “la burla”: 26%; en cuarto lugar “la ridiculización”: 23.5%, y finalmente “los gestos desaprobatorios”: 22%. (Monleón, 2015)

2. Afectividad que promueve el aprendizaje del inglés y su disfrute

2.1 La motivación

La motivación tiene una importancia fundamental porque fortalece la conducta y le da una dirección. Chomsky (1988, citado en Arnold 2000) señala lo importante que es activar la motivación del estudiante: “La verdad del asunto es que aproximadamente 99% de la enseñanza es lograr es que los estudiantes se interesen por la materia”. La mayoría de los autores admiten que en esta área aún hay que esperar verificación empírica de los componentes de la motivación, pero hay ya resultados valiosos para aplicarlos al aula. Oxford y Shearin (1994, citado en Keblawi 2012) toman en cuenta la contribución de la psicología general para identificar las necesidades expresadas por los mismos estudiantes. A su vez Maslow (1970, citado en McLeod, 2007) propone considerar una jerarquía de necesidades (necesidades físicas, seguridad, identidad, autoestima y autorrealización).

En la motivación extrínseca, el foco está en algo externo a la actividad misma de aprendizaje. Cuando sólo se le fomenta, tiene el efecto de obligar a los estudiantes a trabajar para satisfacer a profesores más que desarrollar el gusto por conocer en mentes independientes. Bruner (1979) en este sentido propone que una forma eficaz de ayudar a los niños a pensar y aprender es liberándolos del control que ejercen sobre ellos las recompensas y castigos. Varios estudios han confirmado que la incorporación de recompensas extrínsecas puede reducir la motivación (Khon, 1990). En cuanto a la motivación intrínseca: la experiencia de aprendizaje es la propia recompensa. Deci y Ryan (1985) resaltan las condiciones óptimas para el desarrollo de este tipo de motivación y consideran aspectos como la estimulación de la autonomía, la competencia y las relaciones personales. Cuando estas necesidades están satisfechas se incrementa la posibilidad de la auto-motivación y cuando se obstaculiza su satisfacción disminuye la motivación y el bienestar personal. Para Brown (1994, citado en Arnold 2000) ambas motivaciones se apoyan mutuamente. Los estudiantes de idiomas generalmente tendrán mayores posibilidades de éxito cuando se dejan guiar por la motivación intrínseca basada en el aprendizaje por motivos personales para desarrollar competencias y autonomía, aunque el autor añade que la retroalimentación exterior, que apoya este proceso de adquisición de la lengua, ofrece premios, recompensas y reconocimientos que puede fortalecer el aprendizaje y practica de la lengua meta.

Opiniones de los estudiantes en relación a cada una de estos tipos de motivaciones: La mayoría considera que ambas son importantes; sin embargo, más de la mitad considera más importante la intrínseca por el valor de disfrutar el aprendizaje en sí mismo.

La extrínseca: Es importante que haya un reconocimiento social a los logros obtenidos como resultado de un esfuerzo y compromiso personal.

La intrínseca: Es la más importante porque es el motor personal que impulsa a aprender un idioma sin esperar una recompensa, premiación o reconocimiento externo, sino por satisfacer una necesidad personal.

2.2 Autoestima

Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero.
Jorge Bucay

Está relacionada con las valoraciones sobre uno mismo. Los valores de autoestima los obtenemos tanto de las experiencias internas como de la relación con el mundo externo. Canfield y Wells (1994) sugieren que “Lo mejor que puede hacer un profesor para ayudar a sus alumnos emocional e intelectualmente es crear un ambiente de apoyo y atención mutuos.  Lo que resulta crucial es la seguridad y el aliento que los alumnos sienten en el aula. Además deben sentir que son valorados y que van a recibir apoyo y afecto.”

Varias investigaciones indican que los aspectos cognitivos en el aprendizaje se fomentan en un ambiente que promueva la autoestima. Canfield y Wells (1994) y Argüelles (2006) aseveran que la autoestima es como nos sentimos acerca de nosotros mismos. Para aquéllas personas que se han criado en ambientes familiares poco nutricios, en los que mensajes provenientes de esos cuidadores hacia los niños sobre quienes eran y lo que valían, no fueron del todo adecuados y por ende, no aprendieron a sentirse bien consigo mismos, porque no los trataron como si fueran buenos o deseados. Dado que la autoestima es crucial para desarrollar al máximo nuestro potencial de aprender en general y especialmente un nuevo idioma, a continuación expongo las propuestas de los estudiantes sobre la participación del docente en el fortalecimiento de la auto-estima del estudiante.

2.3 Construcción de una cultura emocional: Experimentar Paz

El compromiso de cambiar este mundo depende de que el cambio suceda en cada uno de nosotros. Sólo entonces habrá paz en esta tierra.
Prem Rawat

En cuanto a la construcción de una cultura emocional, Freudenstein (1992) propone incluir la enseñanza de la paz:  “Aprender a sentir paz cumple una función vital en el aula de idiomas”. En esta misma línea de reflexión, Prem Rawat (2010) ha recibido el título honorífico de Embajador de la Paz otorgado por instituciones gubernamentales y académicas de prestigio internacional por su notable labor humanitaria.  Asimismo, ha desarrollado el Programa de Educación para la Paz, el cual consiste en la posibilidad de descubrir los recursos internos con los que cuenta el ser humano (fuerza interior, capacidad de elegir, esperanza, plenitud, alegría, entre otros), que posibilitan la experiencia personal de la paz. En este sentido, el orador nos invita a tomar la responsabilidad de sentir la paz en nuestras vidas y no delegar el cumplimiento de esta necesidad básica ni a instituciones, ni gobiernos. De hecho,  dice que “la paz es posible cuando empieza con cada uno de nosotros y con el esfuerzo conjunto de todos”.

Respecto a la cuestión planteada a los estudiantes sobre la necesidad de sentirte en paz consigo mismos, y el beneficio que deriva para el aprendizaje del inglés, se presentó un consenso general de que la paz no solo contribuye a disfrutar el aprendizaje de los idiomas, sino fundamentalmente, a experimentar plenitud en la vida de los seres humanos creando entornos de encuentro fraternos. Consideran que la paz interior es una responsabilidad personal y que las instituciones pueden ayudar brindando las condiciones y la infraestructura necesaria para crear talleres de reflexión grupal e individual, que se orienten a la identificación y descubrimiento de los recursos internos que permiten experimentarla.

Conclusiones

La afectividad a través de los sentimientos y emociones constituyen una parte esencial del funcionamiento mental, que posibilita un desarrollo del potencial cognitivo de manera integral, esto es, la posibilidad de lograr un equilibrio entre la capacidad de razonar y sentir. Por ello, es de vital importancia que en el área del aprendizaje de idiomas, se elaboren programas de estudio que retomen una didáctica que integre ambos aspectos. Dado que el tema de la afectividad no ha sido estudiado a profundidad y que no existe una amplia difusión de sus alcances, es importante comenzar creando una cultura de la afectividad que socialice los postulados que aportan los especialistas en cuanto al impacto que tiene la afectividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje de idiomas. Sin embargo, paralelamente, el sustento teórico-metodológico actual se enriquece de manera significativa cuando se abren espacios de comunicación  a través de los que los diferentes actores que participan en el quehacer educativo (docentes, estudiantes, autoridades de instituciones educativas) puedan compartir sus experiencias, percepciones y opiniones sobre la afectividad desde su trayectoria académica en el aprendizaje de idiomas; de esta manera, , consideré pertinente incluir no sólo los argumentos teóricos de los especialistas en esta área de conocimiento, sino también las aportaciones y sugerencias de estudiantes de inglés.  En general, existe un consenso entre ambos sujetos en los grandes apartados en los que divido el trabajo y los sub-apartados al interior de cada uno. En cuanto a los aspectos afectivos que obstaculizan el aprendizaje del inglés se presenta unanimidad en cuanto a que el miedo, la burla, la ridiculización, la ansiedad generan emociones y sentimientos negativos que disminuyen de manera importante el potencial de aprendizaje de idiomas. Por otra parte, los aspectos que lo promueven, también hay un acuerdo consensado de que la motivación tanto extrínseca como intrínseca, el fortalecimiento de la auto-estima y la posibilidad de aprender a sentir paz interior fortalecen la capacidad de aprendizaje de idiomas. Respecto a las alternativas para lograr la construcción de ambientes de aprendizaje más inspiradores en los que se favorezca el aspecto cognitivo y afectivo, tanto los especialistas como los estudiantes coinciden en que el docente juega un papel decisivo en mostrarse como un modelo a seguir en el ejercicio de relaciones interpersonales que dignifiquen al ser humano como tal. Por ello, es crucial que el docente conozca y se familiarice con su propia afectividad y a partir de este auto-conocimiento obtenga elementos que le permitan desarrollar una comprensión, y por ende, empatía con sus estudiantes en cuanto al manejo de las emociones y sentimientos más apropiados para no sólo favorecer el aprendizaje de idiomas, sino especialmente promover el placer por aprenderlos.

Finalmente, me gustaría comentar la importancia que tiene reconocer la necesidad de paz  por los argumentos de los conocedores en cuanto a que cuando los seres humanos estamos en paz podemos disfrutar la vida plenamente e incluso compartir esta posibilidad, “encendiendo” otras “velas apagadas”. Al parecer no hay nada más amargo que experimentar la frustración en la vida en general y el aprendizaje de idiomas en particular, por lo que cuando los docentes están frustrados transmiten este sentimiento a sus estudiantes. Afortunadamente, existen alternativas para enfrentar exitosamente la confusión que se genera al ignorar esta necesidad personal de experimentar paz y con ello contribuir a erradicar la violencia en el mundo a través de la práctica de una paz que por su naturaleza es duradera. El Programa de Educación para la Paz como una de estas opciones está diseñado para que las personas que lo experimentan reconozcan sus propios valores internos como la apreciación, la fuerza interior, la esperanza, la dignidad, ser consciente, entre otros. La identificación de estos recursos innatos permite tomar la responsabilidad personal de sentir paz y con ello la esperanza de que exista paz en la tierra al incluir a todos aquellos que deseen hacer de la paz una realidad individual y colectiva.

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Anexo 1

Afectividad en el aprendizaje del inglés

La presente encuesta-ensayo tiene como propósito reflexionar sobre la posible pertinencia de incluir de manera consciente en el aula la práctica de la afectividad individual y grupal en el aprendizaje del inglés.  Tus contribuciones al respecto son de suma importancia dado que la intención es tomarlas en cuenta, incluyéndolas en el programa de estudios

¡Gracias por tu participación!

 


* Lucrecia Monleón Cebollada: Maestra en Medicina Social por la UAM Xochimilco. Formación como profesora de inglés por el CELE, UNAM. Jefa del Área de investigación: Problemas teórico-prácticos de la educación. Docente de tiempo completo en la UAM Xochimilco.

 

 

Reserva de Dererchos-INDAUTOR: 04-2010-060210103400-203
ISSN 2007-5480