diciembre 2014 - mayo 2015
ISSN 2007-5480

Didáctica

Un acercamiento al aprendizaje colaborativo en Educación Superior. El aprendizaje colaborativo al alcance de todos

Lourdes Aranda Franco *
UAM - Azcapotzalco, UNAM

Resumen

El siguiente artículo es una aproximación teórica al aprendizaje colaborativo, la descripción de sus características y las posibilidades de aplicación en instituciones en educación superior.

Palabras clave

Aprendizaje colaborativo, alternativas educativas, trabajo en equipo, aprendizaje cooperativo, mediado y situado.


Introducción

Las propuestas educativas que han surgido durante el s. XX y durante el presente siglo hacen hincapié en la importancia de que el estudiante sea actor y ejecutor de su propio aprendizaje. Las instituciones educativas en nuestro país y en particular, las Instituciones de Educación Superior (IES) se han orientado hacia la mejora del aprendizaje, enfatizando los procesos y no solamente en los resultados.  La UNESCO (2013) sostiene la importancia de centrar los procesos en el estudiante y los cambios necesarios  para lograrlo (Acuerdos Art. 9 de la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior):

“ En un mundo en rápido cambio, se percibe la necesidad de una nueva visión y un nuevo modelo de enseñanza superior, que debería estar centrado en el estudiante, lo cual exige, en la mayor parte de los países, reformas en profundidad y una política de ampliación del acceso, para acoger a categorías de personas cada vez más diversas, así como una renovación de los contenidos, métodos, prácticas y medios de transmisión del saber, que han de basarse en nuevos tipos de vínculos y de colaboración con la comunidad y con los más amplios sectores de la sociedad” (1998)  ”.

El enfoque privilegia el aprendizaje sobre la enseñanza y enfatiza el desarrollo personal a partir del aprendizaje, sin embargo se dirige  hacia la formación del estudiante en forma  individualizada  donde cada uno de ellos trabaja para conseguir una meta sin prestar atención a sus demás compañeros y  dedica escasa importancia a la implementación de  procesos grupales donde “todos aprenden de todos”.  

Considerando que una de las críticas que enfrenta la educación superior  en México y que incita a la reflexión y al análisis, es su baja eficiencia terminal, es decir, los bajos índices de estudiantes egresados, de titulación, los problemas de deserción y  de reprobación.

Con soporte en informes de la ANUIES (2000) en promedio, de 100 estudiantes que se incorporan a la licenciatura, entre 50 y 60 concluyen sus estudios y sólo 20 obtienen  su título en los dos años siguientes al egreso .Si bien se reconoce que esta problemática obedece a una baja calidad de los servicios educativos, a deficientes condiciones de gestión y condiciones personales adversas de los estudiantes, se señalan (en la propuesta de tutorías de ANUIES), como factores íntimamente relacionados con el fracaso escolar a la desorganización, el retraimiento social y las conductas de los estudiantes.

Ante estos problemas que realmente preocupan a quienes participamos en estos niveles educativos, se tiene que innovar alternativas educativas que puedan generarse con mayores y mejores niveles de eficiencia e impacto en el desempeño del estudiante. El aprendizaje colaborativo puede ser una alternativa de aprendizaje para las IES donde, a través de una especie de filosofía, se propicia la participación grupal y el trabajo individual, donde cada uno se siente comprometido, no sólo con su propio aprendizaje sino con los aprendizajes de los demás miembros del grupo.

A través del aprendizaje colaborativo las metas de los estudiantes se correlacionan entre sí para el logro de los objetivos curriculares y la realización de las metas comunes. Lo que pretendemos es interrelacionar  el aprendizaje colaborativo con el aprendizaje centrado en el estudiante y de esta manera integrarlo con sus compañeros, con la institución en el proceso mismo de apropiación de los conocimientos.

Cuando se utilizan las estrategias grupales, frecuentemente los estudiantes son quienes muestran reticencia a trabajar con otros compañeros del grupo para compartir aprendizajes, debido entre otros aspectos a las deficientes y escasas experiencias de grupo que han tenido en su trayectoria escolar, donde es un estudiante el que trabaja y los otros se suman a la lista de beneficiados sin haber aportado al grupo y con ello obtienen la misma calificación que el que realizó la actividad.

¿Por qué   los estudiantes se niegan a trabajar en equipo? Algunas de las posibilidades son:

  1. Desconocen los beneficios de estas experiencias grupales para el desarrollo individual.
  2. Ven el trabajo en equipo como acciones aisladas de varios sujetos sin visualizar el beneficio común de las mismas.
  3. Porque se sienten inseguros.
  4. Tienen miedo quedar en ridículo.
  5. Se sienten menos que los demás.
  6. Si trabaja con compañeros que son más inteligentes, creativos, se opacan y no quieren participar, se sienten inferiores y que no están al nivel de los demás.

Por estas razones se debe impulsar el trabajo colaborativo en los grupos como una estrategia pedagógica que contribuya al desarrollo humano en forma individual y grupal; a la integración de los estudiantes y además desarrollar el sentido de pertenencia con fines de aprendizaje.

El trabajar en equipo, entendido como distribución de tareas en pequeños grupos, sin visión de conjunto, sin responsabilidad y compromiso, sin vincular su participación con un beneficio individual y de todos los integrantes de la actividad, implica no tener en claro lo que es verdaderamente un desempeño grupal, que requiere de corresponsabilidad en una tarea específica y que además tenga impacto en el aprendizaje. Los grupos por lo general no funcionan bajo el esquema de grupos de trabajo porque desconocen la estrategia y sus beneficios para un aprendizaje individual y colectivo. Durante el proceso de elaboración de la tarea, surgen muchos problemas, disgustos, molestias, algunos se sienten víctimas, otros se sienten utilizados, tienen que completar el trabajo que otros no pudieron o no quisieron hacer.

Las prácticas de enseñanza en educación superior frecuentemente van dirigidas hacia la competencia del más fuerte, a quien recibe los reconocimientos en calificaciones, en sus participaciones y además se le brinda un trato preferencial por sus avances, lo que deja a los demás miembros del grupo en situación de desventaja y con baja motivación hacia el aprendizaje. Lo que se pretende con el aprendizaje colaborativo es reconocer las diferencias entre las características de los estudiantes y favorecer la inclusión, la aceptación en el grupo y el sentido de pertenencia.

La razón de ser de este escrito es el reconocer las ventajas de la implementación del trabajo colaborativo como estrategia pedagógica para favorecer el aprendizaje en estudiantes de la UAM-A, además de lograr mayor impacto en el desarrollo humano y en el desarrollo del grupo. (Empatía, sinergia grupal). El trabajo colaborativo en el aula favorece las interacciones y el crecimiento personal y de grupo.

Descripción del aprendizaje colaborativo como estrategia pedagógica grupal

Para comprender el modelo pedagógico de aprendizaje colaborativo me remitiré a sus orígenes derivados de concepciones filosóficas. Es en la escuela de Frankfurt, con Jürgen Habermas (1987) a la cabeza, donde se ha trabajado una nueva concepción filosófica de ser humano que supera visiones y concepciones tradicionales manejadas en diversas filosofías, en culturas orientales y especialmente en occidentales. Para esta escuela el ser humano es un nudo de relaciones que no son lo que sucede fuera de sí mismo de manera individual, sino que son esas relaciones lo que permite la conformación de su identidad e identificación como ser humano. La existencia humana consiste, en su núcleo central, en un acontecimiento de interacción transformadora con otros seres humanos. Existir es coexistir. (Mondragón: 2002).

A partir de esta nueva concepción filosófica que reconoce la importancia de las relaciones humanas en la formación, se han abierto nuevos campos de reflexión que van conformando la corriente llamada humanista con implicaciones sumamente positivas en el ámbito social y educativo. Esta perspectiva humanista da pie a una visión diversa del dinamismo social que no se refiere solamente a la comprensión e historia de los acontecimientos sociales, sino a la realidad profunda de la sociedad; el dinamismo social es la interacción entre personas o grupos para descubrir y producir nuevos modos de vida.

Uno de los dinamismos sociales más significativos en el proceso de experiencia compartida de la vida humana es el aprendizaje. En este sentido aprender no consiste sólo, ni primariamente, en la acumulación individual de información o de conocimientos sobre diversos temas. Aprender implica una relación social, dialéctica y dialógica, una mutua interacción descartando desde el principio la competencia como actitud desintegradora y privatizadora en el dinamismo social. Para decirlo de forma simple, el aprendizaje sucede realmente de forma interactiva y transformadora cuando crea una identidad compartida. Ya no se dice “yo quiero hacer esto”, sino “queremos lograr esto”.

No se deja de reconocer la importancia del proceso de desarrollo individual en el sentido de permitir al sujeto trabajar de forma autónoma e independiente y a sus propios ritmos sin embargo, también es muy importante promover el aprendizaje grupal y en forma colaborativa. Esto significa que aprender de forma colaborativa es una experiencia humana integradora, donde se es más humano en la medida que se aprende juntos en el descubrimiento de la vida ; el aprendizaje en esta perspectiva individuo-grupo rebasa lo planeado de manera inmediata y se enriquece la experiencia a medida que se participa en los compromisos creados. La colaboración requiere de una tarea mutua en la cual los participantes trabajan juntos para producir algo que no podrían producir individualmente, es decir, tanto el docente como los estudiantes en forma integral, participan bajo condiciones de autorresponsabilidad en el logro de objetivos previamente establecidos. “Los estudiantes no sólo tienen que aprender a trabajar juntos, también hay que considerarlos responsables tanto del aprendizaje de sus compañeros como del suyo propio” ( Barkley, 2007 : 21).

El aprendizaje grupal colaborativo es un espacio humano social donde se pone en juego, sin competencia, tanto la originalidad de cada participante como el cultivo de la diferencia para lograr una expansión de humanidad conjuntamente, un enriquecimiento de la vida humana en sociedad. Díaz Barriga (2002) sostiene que los estudiantes que participan en experiencias de grupo, aprenden más, les agrada más la escuela, establecen mejores relaciones con los demás, aumenta su autoestima y aprenden tanto valores como habilidades sociales más efectivas que en experiencias individuales y competitivas.

Para comprender lo colaborativo, de manera analógica, se puede remitir al acontecimiento de una orquesta sinfónica, donde sería ridículo concebir que el director de orquesta sea capaz de tocar todos los instrumentos de una orquesta sinfónica a la vez. Al contrario, el concierto de una orquesta sinfónica es un acontecimiento humanizador compartido entre director, músicos, orquesta y el público asistente. Es una porción de humanidad integrada socialmente por un fenómeno interactivo en alas de la música. Esta analogía puede ofrecer una serie de modalidades que se pueden aplicar en el campo del aprendizaje colaborativo.

Es importante señalar que la base de los aprendizajes grupales o en particular en el aprendizaje colaborativo son las interacciones entre los estudiantes que repercuten necesariamente en la apropiación de los conocimientos, lo que sostiene G. Echeita (1996: 50) “La interacción constituye el núcleo de la actividad ya que el conocimiento que se genera se construye o, mejor dicho se construye conjuntamente, porque se produce interactividad entre dos o más personas que participan en él.”

La función del docente en un modelo pedagógico o estructura de aprendizaje ya sea competitivo, individualista o colaborativo, tiene que ver con la movilización, la aparición de lo que se podría llamar como diferentes tipos de relaciones psicosociales en su aula y son “ un complejo entramado de procesos cognitivos, afectivos y motivacionales que sin duda adoptan valores ( o referido por Echeita:2006) como aprendizaje cooperativo). Se entiende por relaciones psicosociales a lo que ocurre en el estudiante, entre estudiantes y entre los estudiantes y el profesor como resultado de la forma de organizar los procesos de enseñanza- aprendizaje.

Por otro lado, cabe mencionar la importancia que tiene la educación como un proceso de transmisión y conservación de la cultura (Durkheim 1928) donde no podrían generarse sin las experiencias de desarrollo individual y grupal que se autogeneran mutuamente a través de un proceso de socialización. En cuanto a lo anterior, el aprendizaje se puede apreciar como "un proceso continuo, significativo, activo, de promoción de desarrollo individual y grupal, de interacción, de establecimiento de contextos mentales compartidos y a su vez de un proceso de negociación", lo que permite verificar las conexiones entre aprendizaje, interacción y colaboración; los individuos que intervienen en un proceso de aprendizaje colaborativo, se afectan mutuamente, intercambian proyectos, expectativas, metas, objetivos y se plantean un proyecto mutuo que los conduzca al logro de un nuevo nivel de conocimiento que satisfaga intereses, motivos y necesidades.

El presupuesto de base es que se reconocen las experiencias o historias de cada uno de los miembros de un grupo como valiosas y son el punto de partida en el juego de las interacciones con una mayor y mejor expresión entre todos los integrantes. El ambiente fundamental que cada miembro pone en acto en el aprendizaje colaborativo es la confianza en que la vida pluralmente expresada no defrauda, al contrario, inspira una mayor y más profunda experiencia y gozo compartido de la misma.

El aprendizaje colaborativo es, ante todo, un sistema de interacciones cuidadosamente diseñado que organiza e induce la influencia recíproca entre los integrantes de un equipo. Es también un proceso en el que se va desarrollando gradualmente, entre los integrantes de dicho equipo, el concepto de ser “mutuamente responsables del aprendizaje de cada uno de los demás” (Johnson y Johnson: 1999). Las metodologías y estrategias implicadas en el aprendizaje colaborativo no crean de por sí un nuevo modo de ser humano, sino que propician su aparición a partir del conjunto de relaciones de los participantes. Derivado de lo anterior el aprendizaje colaborativo es "un sistema de interacciones cuidadosamente diseñado que organiza e induce la influencia recíproca entre los integrantes de un equipo."(Johnson y Johnson: 1998). En esta concepción cada miembro se siente mutuamente comprometido con el aprendizaje de los demás, generando una interdependencia positiva, que se refiere a una toma de conciencia de que sólo es posible lograr las metas individuales de aprendizaje si los demás compañeros del grupo logran también las suyas; colaborar implica un vínculo de trabajo con una o varias personas.

El aprendizaje colaborativo significa que los estudiantes trabajen juntos, con responsabilidades individuales que se vinculen con tareas comunes y se logren de esta manera los objetivos de aprendizaje propuestos. En este sentido el estudiante no aprende solo, aprende con otros tal como lo señala Díaz Barriga (Díaz Barriga 2002:100).

“El estudiante no aprende en solitario, sino que por el contrario, la construcción del conocimiento o actividad autoestructurante del sujeto, está mediada por la influencia de los otros, y por ello el aprendizaje es en realidad una actividad de re-construcción y co-construcción de los saberes de la cultura”.

Es así que a través del aprendizaje grupal se abre la posibilidad de enriquecer nuestro conocimiento, ampliar nuestras perspectivas y desarrollarnos como personas a través de la comunicación y el contacto interpersonal entre los estudiantes entre si y entre profesores y estudiantes.

El aprendizaje colaborativo brinda a los estudiantes la oportunidad de obtener valiosas competencias y disposiciones interpersonales de trabajo en grupo, orientados hacia una tarea, además de reforzar el aprendizaje de los contenidos de su asignatura. “Los equipos colaborativos desarrollan importantes competencias que preparan al estudiante para una futura vida profesional”. (Bartley: 2007). La diversidad de los miembros de una sociedad requiere que sean reconocidas sus características individuales y del grupo, de tal manera que se propicie el desarrollo de los sujetos que la sociedad actual demanda. Bartley (2007) señala algunas de las habilidades que se desarrollan y son : “…aprender a escuchar con suma atención, pensar de una manera crítica, participar de manera constructiva así como colaborar de manera productiva para así resolver situaciones comunes, son componentes vitales de una educación para la ciudadanía en el siglo XXI” .

Otro aspecto importante del aprendizaje colaborativo es la posibilidad de lograr cambios cognitivos al interrelacionarse sus miembros entre si y compartir saberes, experiencias, tareas, compromisos lo que propicia modificaciones constantes en las estructuras de conocimiento de los sujetos. De esta manera se está logrando aprendizajes significativos en los sujetos tal como lo señala Molina (2007: 24) tomado de Bertley F Aprendizaje colaborativo) “…en este aprendizaje colaborativo debe producirse un cambio a nivel cognitivo en cada uno de los integrantes, es decir, realizar efectivamente un aprendizaje significativo”.

Para lograr un aprendizaje colaborativo se requiere de: (Smith1996.)

  1. Un estudio pormenorizado de capacidades, deficiencias y posibilidades de los miembros del equipo.
  2. El establecimiento de metas conjuntas, que incorporen las metas individuales.
  3. Elaboración de un plan de acción, con responsabilidades específicas y encuentros para la evaluación del proceso.
  4. Control permanente del progreso del equipo, a nivel individual y grupal.
  5. Cuidado de las relaciones socio afectivas, a partir del sentido de pertenencia, respeto mutuo y la solidaridad.
  6. Discusiones progresivas en torno al producto final.
  7. Añadiremos un requisito más sine qua non se dan las experiencias de interrelación, el grupo en sí, que es “una colección de personas que interactúan entre sí y que ejercen una influencia recíproca…. donde cada miembro llega a afectar potencialmente a los otros en sus conductas, creencias, valores, conocimientos, opiniones” (Schmuck, mencionado por Díaz Barriga 2002:102)

Con ello se crearán las condiciones favorables para la implementación del aprendizaje colaborativo en diferentes instituciones educativas que requieran de un beneficio individual y común para el logro de objetivos curriculares, institucionales y de grupo. Algunas de estas condiciones favorables son: un ambiente abierto, agradable, libre, que estimule la creatividad y el desarrollo de la persona; más ampliamente, se busca el desarrollo humano a partir de las interacciones. Es en estas últimas donde se establece un compromiso personal, con libertad para decidir si se participa o no en la experiencia, que no sea rígida la dinámica y que sea de constante adaptación en función del desarrollo grupal, estableciendo el grupo mismo las reglas de trabajo y funcionamiento con una meta común. En este tipo de aprendizaje grupal se establecen sistemas de autoevaluación que posibiliten y autoregulen los procesos para que generen mayores y mejores interrelaciones entre sus miembros y mayores aprendizajes significativos.

El papel o rol del docente en la experiencia de aprendizaje colaborativo es de facilitador, guía, es un mediador cognitivo, es decir, quien posibilita el aprendizaje a través de un acompañamiento constante, (Ferreiro 2000) que al relacionarse con el estudiante favorece el aprendizaje, estimula el desarrollo de potencialidades, corrige funciones cognitivas deficientes, propicia aprendizajes significativo, quién propicia la socialización entre los miembros del grupo con el objeto de que logre realizar actividades en conjunto a fin de desarrollar la solidaridad y el intercambio. El facilitador realiza la planeación previa de la clase teniendo claro los objetivos educativos que desea lograr, elige estrategias de aprendizaje no convencionales o tradicionales; lo que implica en el docente o facilitador el uso de su creatividad para diseñar y propiciar actividades que logren el fin individual y grupal, aprendizajes socialmente construidos. De esta manera el docente facilitador comparte información, motiva a los estudiantes, negocia con ellos y establece metas conjuntas. La forma colaborativa de aprendizaje hace que el docente toma en cuenta tanto la reflexión y el trabajo individual como la reflexión y el trabajo grupal.

En palabras de Evaristo Galeana (2009) el docente:

Johnson (1999) a su vez describe la función del docente como:

Rogers (referido por Gómez del Campo 2009) identifica al docente como facilitador del aprendizaje, quien tiene el privilegio de promover el desarrollo integral de sus estudiantes en la transmisión de valores y en la promoción del desarrollo personal y es imposible que permanezca al margen de lo que acontece en sus grupos; permite a su vez, que los estudiantes expresen sus propios sentimientos y pensamientos en un ambiente de aceptación, confianza y respeto. Una experiencia significativa conlleva a la escucha y al ser escuchado: “Tengo derecho a escuchar mis pensamientos y sentimientos”. “Tengo derecho a sentir lo que siento; “Tengo derecho a equivocarme y a aprender de mis errores “, “No tengo que cambiar a mi prójimo ni hacerlo igual que yo soy, para poderlo apreciar. “Yo valgo, yo existo”.

En el proceso de desarrollo del potencial de los estudiantes, el docente tiene una importante función: descubrir y pulir el potencial interior del alumno. Sólo un docente en ejercicio de su vocación como docente facilitador, podrá descubrir y promover los mejores recursos de los estudiantes con quienes tiene el privilegio de trabajar. Aprender a ser y dejar ser son los lemas del aprendizaje significativo en la óptica de la psicología humanística.

El papel del estudiante en una óptica colaborativa es el de propiciar su propio desarrollo y el desarrollo del grupo, respecto al primero el estudiante es protagonista de su propio aprendizaje y en el segundo, desarrolla habilidades grupales como la escucha, la participación, el liderazgo, la coordinación de actividades, el seguimiento y evaluación del proceso de aprendizaje. El estudiante es participativo, activo, generador de conocimientos y aprendizaje individual para beneficio del grupo; es quien se compromete con el grupo a trabajar con ellos con el fin de obtener un objetivo común, conciliando sus intereses y objetivos personales con los del grupo a través de las interacciones compartiendo experiencias, conocimientos, ideas y participación de las tareas encomendadas o compartidas. Aprender en forma colaborativa permite al individuo recibir retroalimentación y conocer su propio ritmo y estilo de aprendizaje, esto facilita la aplicación de estrategias metacognitivas para regular el desempeño y optimizar el rendimiento. Este tipo de aprendizaje incrementa la motivación, ya que genera en los individuos sentimientos de pertenencia y cohesión mediante la identificación de metas comunes y compartidas, esto le permite sentirse "parte de", lo que estimula su productividad y responsabilidad e incide en su autoestima y desarrollo.

Algunas de las ventajas del aprendizaje colaborativo son, desarrollar habilidades interpersonales, de comunicación, de autoestima, autoaceptación y aceptación de los miembros del grupo, propicia la integración, favorece la autosuficiencia y propicia la participación individual y la responsabilidad compartida en el grupo.

Con relación al conocimiento, el trabajo colaborativo permite el logro de objetivos propuestos de manera más comprometida y responsable, afirmando con ello la apropiación de conocimientos y logrando habilidades para el aprendizaje al trabajar con otros. Otra ventaja del aprendizaje colaborativo es que propicia en el estudiante la generación de conocimiento, debido a que se ve involucrado en el desarrollo de investigaciones, en donde su aportación es muy valiosa, logrando con ello aprendizajes significativos.

Es muy importante considerar el ambiente pedagógico donde se inserta la experiencia de aprendizaje colaborativo donde el sujeto aprende por sí mismo y de los demás a través de un trabajo activo dentro del grupo, donde se desarrolle su capacidad creadora y se fomente la investigación y el trabajo en equipo, el respeto a la individualidad y la autonomía, la retroalimentación entre los compañeros y el crecimiento humano; desarrollar las habilidades que se tienen y adquirir otras nuevas; aprender a aprender mediante técnicas de estudio en grupo y del reforzamiento de los valores humanos que impliquen el amor por el aprendizaje.

Diferencias entre aprendizaje cooperativo y colaborativo

A continuación presentamos algunas características del aprendizaje colaborativo y cooperativo:

Algunas de las diferencias entre el aprendizaje colaborativo y el cooperativo  se presentan a continuación de forma esquemática:

Características Aprendizaje colaborativo Aprendizaje cooperativo
Sustento psicopedagógico Corriente socio-cultural (Vygotsky) y constructivismo Constructivismo
Filosofía Aprende los contenidos programáticos y estrategias de grupo para integrarse a grupos sociales extensos El estudiante aprende los contenidos programáticos,
Responsable del proceso El estudiante El docente
Objetivo Busca el desarrollo humano Los propuestos por el profesor
Motivación Intrínseca; surge de manera personal en función del compromiso con el grupo Extrínseca; se da en función de los compromisos con la institución y con el grupo.
Procedimiento de trabajo grupal Generados en forma creativa en el grupo y propiciado por el docente. Definidos en forma clara y precisa por el docente e institución
Desarrollo personal Se busca el desarrollo individual y de grupo Supeditado a los objetivos de la institución
Responsabilidad Colaboración grupal en la realización de tareas y compromisos. División de la tareas para su solución.(Panitz 2001)

Aprendizaje colaborativo y cooperativo

Una de las definiciones más destacadas de uno de los autores que he citado anteriormente es “El aprendizaje cooperativo requiere de una división de tareas entre los componentes del grupo. Por ejemplo, el educador propone un problema e indica qué debe hacer cada miembro del grupo, responsabilizándose cada uno por la solución de una parte del problema. El profesor es quien diseña y mantiene casi por completo la estructura de interacciones y de los resultados que se han de obtener." (Panitz 2001).

Cualquiera que sea el modelo a seguir en una experiencia pedagógica grupal, ya sea colaborativa o cooperativa, se plantean nuevos paradigmas en educación que permiten que las interacciones en los grupos favorezcan el crecimiento y desarrollo individual.

Los principales obstáculos a los que se enfrenta el aprendizaje colaborativo son la resistencia al cambio en los grupos de paradigmas de trabajo en equipo por parte de los estudiantes, y el buen diseño de herramientas para el trabajo mismo.

Para implementar el trabajo grupal se requiere de un cambio de actitud ante la vida, superando esquemas netamente individualistas para poder descubrir y cultivar la dimensión social interactiva. Supone ir más allá del protagonismo individual para propiciar una mayor riqueza en un actuar conjunto que promueve liderazgos plurales, así mismo un cambio de perspectiva ante los esquemas claramente autoritarios centrados en un personaje o función: docente, institución. Además de asumir una actitud de respeto y aprecio de la originalidad de cada persona y su propia historia, lo cual, como mínimo, es un acto de salud social.

Se requiere de un cambio radical de actitud, de una comprensión del ser y del quehacer del docente frente a la institución y en medio de los estudiantes, superar la actitud bajo el esquema sujeto- objeto para dar un paso más allá en una mutua interacción de sujetos en búsqueda de objetivos comúnmente elaborados y definidos.

Las instituciones educativas necesitan de una remodelación de actitudes fundamentales en la elaboración y realización de programas, en las metodologías y estrategias que las pueden sostener y en la puesta en acto de nuevos recursos que sean adecuados a esta nueva actitud en el aprendizaje.

Aprendizaje mediado y situado

Un segundo enfoque teórico empleado en este escrito y que influye de manera crucial en el concepto de autonomía es el aportado por la teoría socio-cultural de Vygotsky (1962, 1978) quien reflexiona sobre la importancia de las relaciones sociales para el desarrollo del aprendizaje. En sus trabajos (1934-1935) se postula el origen social de la inteligencia donde G. Echeita y E. Martín (1996) señalan que no se trata como en la concepción de Piaget de que la socialización favorezca el desarrollo de la inteligencia, sino lo que propone es que es lo sociocultural, el vínculo con otros, es lo que la origina. El soporte de ello es que toda función superior siempre aparece primero en el plano interpersonal y después pasa al plano intrapersonal mediante en proceso de internalización, en el que desempeña un papel fundamental el lenguaje.

El concepto central de su teoría es “la zona de desarrollo próximo” que puede entenderse como “.la diferencia entre el nivel de las tareas que el niño puede llevar a cabo con la ayuda de los adultos o de los sujetos más competentes y el nivel de las tareas que puede realizar independientemente” (Echeita 2005: 51). En pocas palabras es la distancia entre el nivel de desarrollo actual, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con compañeros más capacitados.” (Vygotsky 1978:86)

“La Zona de Desarrollo Próximo es "la distancia entre el nivel real o actual de desarrollo (Zona de desarrollo real –ZDR-), determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial (ZDP), determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz”.

Sostiene Vygotsky que el desarrollo se determina por procesos histórico-sociales donde no sólo se construye el conocimiento de manera individual sino que se genera y se construye en el grupo a través de las interacciones sociales y en lo que él denomina comunidades de aprendizaje.

En la enseñanza y el aprendizaje los procesos inter e intrapsicológico juegan un papel importante dentro del aula, lo que es traducido en el triángulo didáctico o interactivo donde la actividad educativa del docente, las actividades de aprendizaje de los estudiantes y el contenido objeto de dicha enseñanza y aprendizaje en el sentido amplio son la clave del proceso mismo.

Desde una perspectiva constructivista sociocultural – según Rogoff 1993, mencionado por Frida Díaz Barriga (2006) se asume que el estudiante se acerca al conocimiento como aprendiz activo y participativo constructor de significados y generador de sentido sobre lo que aprende. De esta manera, el estudiante no construye el conocimiento de manera aislada sino en función de la mediación de otros y en un momento y contexto cultural particulares y con la orientación hacia metas definidas.

El papel del docente desde esta perspectiva, es de mediador entre el estudiante o aprendiz y el conocimiento y cuya función es el de orientar y promover el aprendizaje, ser un guía de la actividad mental constructiva de sus estudiantes y proporcionar una ayuda pedagógica ajustada a su competencia (Coll 2001).

Este enfoque afirma la importancia crucial de la colaboración (aspecto social externo) en el proceso de aprendizaje. Por consiguiente, la comunicación interactiva debe facilitarse a través del uso de entornos alternativos centrados en el aprendiz, en los que los estudiantes pueden trabajar juntos y ayudarse mutuamente en parejas o en grupos.

El principio de autonomía es esencial en el proceso de aprendizaje de una lengua, ya que, para poder conseguir eficacia comunicativa en la lengua meta, los aprendientes deben poseer la independencia y autoconfianza suficiente para poder desenvolverse en la variedad de papeles sociales, psicológicos y discursivos que le son asignados. (Little 1991). Este enfoque también requiere un cambio en el papel de profesor, que debe actuar como consejero o facilitador ayudando a crear un contexto que fomente el desarrollo de la autonomía del aprendiente. Uno de los contextos en los que este desarrollo es posible es a través del aprendizaje colaborativo.

En Instituciones de Educación Superior (IES) el aprendizaje colaborativo es una alternativa para promover el desarrollo cognitivo en los estudiantes, favorecer el enriquecimiento grupal, el sentido de pertenencia y su autonomía, y de esta manera cubrir las exigencias del curriculum institucional. En pocas palabras promueve el desarrollo individual y grupal del estudiante.

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* Lourdes Aranda Franco: Licenciada en letras Hispánicas y Maestra  en desarrollo del potencial humano por la Universidad de Guanajuato. Profesora investigadora de tiempo completo de la UAM-A.

 

Reserva de Dererchos-INDAUTOR: 04-2010-060210103400-203
ISSN 2007-5480