Didáctica
APLICACION PEDAGÓGICA DE TEXTOS LITERARIOS EN LA ENSEÑANZA DE UNA LENGUA EXTRANJERA
Lucila Mendoza Reyes
La lectura es una actividad discursiva de tipo receptivo que consta de dos aspectos interrelacionados: la técnica de la lectura y la comprensión (interpretación de lo leído), los cuales requieren del desarrollo de los correspondientes hábitos y habilidades.
Una invitación a la lectura puede ser muy completa o muy reducida según la información que los diversos textos y autores proporcionen. Puede ser muy acertada en sugerencias o muy divagatoria en sus apreciaciones, pero nunca podrá modificar la decisión libre y personal por la que cualquier lector toma un libro en sus manos para sumergirse en los hechizos de la letra impresa. Leer, por lo tanto, no es una actividad trivial como puede parecer a primera vista. La lectura es un proceso interactivo de comunicación.
La interacción entre lo escrito y el lector es posible a través del texto. Aprender a leer es, en consecuencia, aprender a percibir el significado potencial de mensajes escritos y a relacionar el significado potencial percibido con la estructura cognoscitiva propia, a fin de comprenderlo (Ausubel, 1963, p. 22).
El dominio de este tipo de actividad discursiva presupone que el lector pueda extraer de un texto impreso información nueva, interesante y que satisfaga tanto sus necesidades propiamente profesionales, como sus intereses cognoscitivos y emocionales. La lectura es valiosa y extremadamente importante como medio de acceso a la cultura espiritual y material de los pueblos, como una de las formas relevantes de comunicación entre hablantes de la misma lengua o de lenguas diferentes y, como apoyo de los contenidos de la enseñanza de una lengua extranjera.
Por lo tanto, el objetivo general de la investigación que contemplo consiste en hacer una propuesta pedagógica para la utilización de textos literarios en la enseñanza de una lengua extranjera que satisfagan, de manera equilibrada, tanto los intereses institucionales como las expectativas de los estudiantes que les permita, a estos últimos, prepararlos para que puedan solucionar las tareas inherentes a su formación profesional.
Antecedentes
La coordinación de Lenguas de la Universidad Autónoma Meropolitana-Azcapotzalco (UAM-azc.) fue creada en 1975 como una unidad de servicio para apoyar, en cursos de comprensión de textos, a los estudiantes de las tres divisiones: Ciencias Sociales y Humanidades, Ciencias Básicas e Ingeniería, y Ciencias y Artes para el Diseño. El primer curso que se usó fue de tipo programado y basado en las estructuras, un curso general en lengua extranjera (inglés). El segundo curso fue de “Inglés con Propósitos Académicos (EAP)”: el curso BeFas I, II (Basic English for Academic Studies) diseñado en la UAM-Xochimilco con la ayuda de Michael Long. En 1978 se utilizó, el curso experimental Reading and Thinking in English. Materials Development Project (John Moore, 1977, p.140), y fue piloteado durante dos trimestres. El éxito de este curso favoreció su adopción y remplazó al BeFas I y II. Paralelamente, se impartió un curso remedial que fue piloteado para responder a la necesidad de los estudiantes con nivel de usuarios básicos. En enero de 1980 se tomó la decisión de crear un nuevo nivel I con el consenso del Coordinador y de los maestros del Centro de Lenguas Extranjeras (antes CELEX), el cual fue llamado Basic Communication Skills in English I ((BCSE I).
A principios de los años 80, la Sección de Lenguas Extranjeras pasó a formar parte de Extensión Universitaria hasta que en 1983 se incorporó al Departamento de Humanidades. En este período se diseñaron materiales acordes al BCSE, se hizo obligatorio el uso sistemático del laboratorio de lenguas y se acreditaron como optativas las materias de Inglés III, IV, V y de Francés III y IV.
Durante la década comprendida entre los años setenta y ochenta, la enseñanza tuvo un enfoque orientado a la comprensión de lectura de textos académicos. Es decir, el alumno llegaba a comprender textos técnicos por medio de estrategias de lectura aplicadas a documentos auténticos (libros, revistas y ensayos escritos en lenguas extranjeras). Se reactivaba en la lengua extranjera la competencia de lectura que el alumno ya tenía en su lengua materna, particularmente por medio de textos de su especialidad.
A mediados de los años ochenta se llevó a cabo la primera versión de los programas hasta ahora vigentes. Ésta incorporaba las nuevas tendencias en la enseñanza de lenguas extranjeras –el enfoque funcional /nocional- con énfasis en la comprensión de lectura de textos de divulgación, académicos y especializados. Sin embargo, es preciso tomar en cuenta que si el enfoque comunicativo consiste en adquirir una competencia comunicativa en las cuatro habilidades de la lengua extranjera (comprensión de lectura, producción escrita, comprensión auditiva y producción oral), en la UAM-Azcapotzalco se limitaba a una sola habilidad lingüística: la lectura. Actualmente se busca que el estudiante sea capaz de desarrollar las cuatro habilidades en los programas académicos que se diseñan en la institución.
En 1995 se crearon los primeros lineamientos para los cursos de comprensión de lectura del Centro de Lenguas Extranjeras. En este sentido, se observa que la comprensión de lectura de textos literarios requiere trabajarse con los alumnos de la misma manera que se hace con los textos de carácter técnico o especializado.
Importancia de la utilización de textos literarios en la enseñanza de una lengua extranjera
En los últimos años la atención de los metodólogos se ha visto atraída por los conceptos “estrategias de lectura” y “flexibilidad de lectura” y se observan varios intentos por vincularlos con las tareas comunicativas a resolver en el proceso de la lectura. Estos intentos, enfoques y modos de entrenamiento han dado lugar a determinados requisitos didáctico-metodológicos, en particular género, orientación temática, estructura, contenido y estilo (lenguaje) de los textos que se seleccionan como unidades de formación de la competencia comunicativa en la lectura. En este sentido resulta extremadamente importante el requisito de selección (o confección en especial en la etapa inicial) de los textos no sólo en el principio temático, sino en combinación con el requisito de plenitud informativa. Ello significa la selección (o confección) de textos en los que estén presentes todos los factores que forman la competencia comunicativa del lector. También es importante el requisito de “textos próximos”, es decir, cercanos al contexto de la persona que lee; por su tema, material lingüístico, y mutuamente complementarios en determinados componentes de la competencia comunicativa, a fin de asegurar una labor sistemática de formación de la competencia en diferentes tipos de lectura. Por citar un ejemplo, en la canción Nothing to do (Peter Viney) que se encontraba en el material que se usaba anteriormente la UAM-Azc se pueden observar ciertas características (rica en sonidos, ritmo y repetición de palabras) que ayudan al estudiante a una mejor comprensión del texto.
NOTHING TO DO
There’s nothing for me in this town,
Everywhere I go people put me down,
There’s nowhere to go and nothing to see,
There’s nobody here to think about me.
(…)
Someone somewhere has got something for you,
(…)
Everyone everywhere every time says ‘No’. |
(Viney, 1990: Unit Two) |
La canción -Nothing to do- fue seleccionada por el orden en que están las oraciones, invita y motiva el juego de sonidos. Una actividad que podríamos realizar con los estudiantes es por ejemplo:
- Los estudiantes escuchan la canción sin leer el texto.
- El docente les dará unas tarjetas con palabras diferentes (every, one, where, no, where, body).
- El docente le pedirá al estudiante que forme palabras que recuerde de la canción, usando las tarjetas.
- Los estudiantes trabajarán en pares para ordenar las palabras.
- El docente revisará con ellos.
- Las palabras serán: “everyone, everywhere”; “nowhere, nobody”
Una palabra cambia por otra. Es una manera sencilla de evitar la repetición mecánica de las palabras. El ejercicio se puede impulsar con juegos de ordenamiento, que ayudan al estudiante a reflexionar acerca de las estructuras que está usando.
Hasta hace aproximadamente diez años, la enseñanza del inglés como lengua extranjera se ha valido de diversos métodos de enseñanza, que le han otorgado a la literatura poca importancia, tal como lo menciona Harald Weinric al señalar que:
Últimamente todos los lingüistas nos hemos vueltogramáticos, aunque bajo diferentes denominaciones, y montamos muchos caballitos mañosos y cada quien considera el suyo capaz de escaparse al galope del siempreinminente aburrimiento. (Weinrich, 1983, p.170)
Con el método audiovisual y audiolingual, se pretendió inducir el lenguaje de un modo mecánico en el alumno, sin reglas ni estructuras. Como práctica posterior, los profesores de lenguas retomaron nuevamente la gramática racional y aplicaron la gramática generativa. Esto hizo que se olvidaran de los laboratorios de idiomas y de los ejercicios que allí se practicaban, sustituyéndolos por reglas cognoscitivas. Era la época del raciocinio mediante leyes que definían la competencia lingüística lo cual significo que, “algunos lingüistas no quisieron tener nada que ver con el hablar y escribir, sino tan sólo con el actuar” (Weinrich, 1983, p.171).
Con base en lo anterior, se originó el método comunicativo apoyado en el concepto interdisciplinario de la -acción comunicativa-: la noción de competencia lingüística acuñada por Chomsky fue sustituida por la de la -competencia comunicativa-(Weinrich:1983:165). Este método se desarrolla a partir de la investigación de las necesidades y los intereses que los alumnos del grupo tienen. La meta principal es impulsar a los alumnos a comunicarse en el idioma que estudian, evitando, lo más posible, coartar sus intercambios, corrigiendo o controlando la producción oral. De las cuatro habilidades necesarias para dominar una lengua extranjera, en este método son dos las que primordialmente se enfatizan: la comprensión auditiva y la producción oral. A los errores debe tratárseles muy cuidadosamente y el profesor debe convertirse en moderador y proveedor de dinámicas de grupo que propicien el ambiente para que los alumnos tengan la necesidad de comunicarse. En el empleo del método comunicativo conviene hacer uso de la teoría funcional/nocional (situacional) para explicar a los alumnos que no es necesario satisfacer su curiosidad gramatical o hacer de la gramática el fundamento de su aprendizaje.
El método comunicativo pretende llevar al alumno a dominar la lengua extranjera igual de la misma forma en que él dominó su lengua materna. El resultado de este método, en cuanto a perfección y dominio se supone que se logra con el tiempo.
Sin embargo, la literatura en el método comunicativo juega lamentablemente un papel secundario. Dietrich Rall en su artículo -En busca del texto literario perdido-, señala que: “en las últimas décadas se observa la desaparición paulatina y parcial de los textos literarios en los cursos de lenguas, mismo motivo que ha propiciado un interés particular creciente por dichos textos debido a sus características lingüísticas y culturales propias” (Rall, 1986, p.112).
Los textos literarios (lecturas de libros, textos literarios o textos de periódicos) se encuentran disponibles sólo como material adicional, incluidos dentro de los cursos de comprensión de lectura o en los niveles más avanzados en las instituciones de lenguas extranjeras.
Debido a que en la época moderna se ha debilitado la unión de la literatura y la enseñanza de lenguas es conveniente incorporar la literatura a la clase de lengua, lo que permitiría establecer un acercamiento a la cultura y a la lengua meta de un país extranjero.
Por ejemplo, en una clase de inglés para principiantes, un poema podría usarse como material adicional para reforzar la pronunciación y la entonación principalmente. Con base en una lectura previa del mismo, el profesor ayudará a los alumnos a entrar en contacto con sus emociones. Es posible que el poema les parezca absurdo o no o entiendan, por tanto, el profesor deberá guiarlos a entenderlo. En primer lugar, el alumno se aproximará al ejercicio de la lectura; leer lo que está allí. Después, se estimulará el oído al escuchar lo dicho ya. Finalmente, le permitirá acercarse y distanciarse del texto mediante el proceso de análisis.
GOLDFISH
The scene of the wedding
was a goldfish salad plate
goldfish were kept
in the bowl at the hour:
that was the place
and that was the wedding
|
(Duff & Maley, 1991, p.125) |
Este tipo de textos ayudan al alumno de nivel básico sólo a practicar su pronunciación con énfasis en la entonación y el ritmo. No necesitan preocuparse por el significado de las palabras, ni explicar que género de poesía es, solamente hay que hacer que el alumno se sensibilice y se sienta atraído al texto. Es la creatividad del alumno respecto al poema lo que realmente interesa. Como profesores no se debe olvidar el carácter lúdico de los poemas, los cuales exaltan el ánimo e impelen al ejercicio de las estructuras gramaticales de una manera no tediosa para el alumno.
Los textos literarios no están distanciados de las estructuras gramaticales: varían las reglas comunes de la sintaxis y otros elementos lingüísticos, que posibilitan a los alumnos a acercarse a estructuras de la lengua, al mismo tiempo que se recrean con pensamientos y expresiones diversas. La gramática se incorpora al texto literario en un juego creativo que el propio lenguaje posibilita, sin que la creación literaria ni la gramática de la lengua extranjera pierdan su respectiva importancia.
Por ejemplo, el alumno puede jugar con la sintaxis (en clase se les repite continuamente que cada oración en inglés esta formada por un sujeto, un verbo y un complemento) del poema previamente mencionado:
The scene of the wedding
was the place
was a goldfish salad plate
goldfish were kept
Y así podríamos seguir intercambiando las oraciones y tendríamos un poema diferente. Los resultados obtenidos al trabajar con textos literarios, pueden ser muy positivos y enriquecedores, sobre todo, cuando se hace con alumnos que no tienen posibilidades de viajar a países anglófonos. Así, la literatura les transmite información sobre la cultura del país de origen y, simultáneamente, los elementos lingüísticos necesarios para que los alumnos se familiaricen tanto con el idioma como con la civilización de la lengua extranjera que se estudia. La transmisión de elementos literarios reúne en sí misma ciertos componentes culturales de los que se nutre toda la lengua, lo que posibilita al alumno a seleccionar e identificar experiencias culturales ajenas, los hace reflexionar sobre ellas de manera crítica y les permite integrarlas dentro de su ámbito social.
Peter Viney nos muestra un ejemplo al respecto con un texto del Rey Arturo:
ARTHUR-THE FACTS
The Romans left Britain between 410 AD. At that time, the Saxons, who came from North Germany, were invading Britain. They fought the British, and pushed them back into the west of country. The people of Wales, Cornwall and Scotland are the original British. Historians think that Arthur was a British chief who fought the Saxons in about 500 AD. The first stories about Arthur came from Wales in about 830 DC. /…/ Most of the stories come from the twelfth, thirteenth, fourteenth and fifiteenth centuries (the Middle Ages). |
(Viney, 1990) |
En este texto, se mencionan datos históricos y culturales relevantes de la historia de Inglaterra, por ejemplo: The Romans left Britain between 410 AD and 450 AD. At the time the Saxons ... were invading Britain. De esta forma, se puede despertar el interés de los alumnos al tratar de identificar los hechos históricos a través del texto que se está presentando y la carga semántica cultural que determinadas palabras tienen. Por ejemplo, Saxons, British, Arthur ¿Quiénes fueron?,- Estas palabras,- despiertan la curiosidad del alumno por saber más de ellos, y, en consecuencia, permitirá saber más sobre la cultura del país de origen.
La literatura puede desempeñar un papel muy importante dentro de los primeros niveles de enseñanza de todo idioma extranjero. Si se piensa en la recepción de los textos literarios saturados de ambivalencia y de varias lecturas, se reconocerá, que de esta manera también invitan a la comunicación y a la creación espontánea, una forma de accesar al conocimiento de otro mundo distinto al nuestro.
El integrar la literatura en la enseñanza de una lengua extranjera se abre las puertas a una “recepción cognoscitiva-emocional” de la cultura ajena, es decir, se ofrece la posibilidad de acercarse a otra cultura, hasta ahora desconocida, con lo que se refuerza el aprendizaje del idioma meta que estudia el alumno.
Actualmente la enseñanza de una lengua extranjera que incorpora el trabajo con la literatura en el salón de clases aleja el lenguaje de la civilización y, de este modo, puede reducirse a la memorización de ciertas estructuras gramaticales aprendidas mediante la repetición mecánica que sean propuestas por el profesor. Los textos literarios pueden ser útiles en el trabajo de enseñanza / aprendizaje de estructuras fijas de la lengua.
Difícilmente existen instituciones mexicanas de enseñanza de idiomas que incorporan la literatura dentro de sus programas de estudio. La excepción es el Departamento de Lengua y Literatura Modernas del a Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde el enfoque de enseñanza se dirige a la formación de profesionistas en el área de la literatura, es decir, que no sólo se busca la competencia comunicativa del estudiante, sino que se concibe la literatura como una ampliación de la cultura en el idioma materno. La mayoría de las instituciones consideran la literatura como un medio no muy adecuado para la enseñanza / aprendizaje del idioma, en virtud de que los libros de texto le conceden poca importancia. El trabajo con los libros se limita solo a la enseñanza elemental de una lengua extranjera. El propósito entonces es memorización de la gramática y sus estructuras más que el trabajo creativo que repercuta en un aprendizaje realmente significativo para el alumno, aprendizaje que puede reforzarse mediante la introducción de los textos literarios acordes a su nivel de aprendizaje.
La relación existente entre los métodos de enseñanza del idioma inglés y la literatura constituye un tema interesante que permite poner en evidencia que, el idioma y la literatura de un país son hechos sociales que obligan a crear conciencia en los alumnos de que el idioma es un instrumento que debe ser usado en la plenitud de sus recursos expresivos y de que la literatura es una manera de adentrarse en la complejidad del pensamiento humano.
La enseñanza de la lengua y de la literatura extranjera es una magnífica forma de aportar a los conocimientos generales de los alumnos de cualquier campo de conocimiento. Es necesario y conveniente entonces retomar la literatura en las clases de idioma, como una manera de incorporar a nuestra cultura una cosmovisión distinta que enriquezca nuestra formación.
No se puede dejar de lado el hecho de que para conocer una lengua extranjera, debemos considerar la población estudiantil que tengamos en ese momento. Si ésta está más familiarizada con el empleo analítico del lenguaje, es decir, con las estructuras lingüísticas, debemos acercar la parte lúdica de la palabra a la historia de la lengua relacionándola oportunamente con la literatura.
Sugerencias metodológicas sobre el uso de la literatura en la enseñanza de una lengua extranjera
Para poder hacer una reflexión sobre la integración de la literatura en las clases de una lengua extrajera, se solicitó la colaboración de los profesores de inglés que ya han trabajado con textos literarios en clase.
Frecuentemente, algunos de los profesores empiezan a incluir textos literarios a partir de los niveles avanzados. Cuando se comienza a trabajar con dichos textos es, por lo general, para practicar la comprensión de lectura orientada a enseñar la cultura del país. La propuesta de este trabajo consiste en incorporar textos literarios sencillos que pueden ser utilizados, a partir de los primeros niveles de enseñanza del idioma extranjero, sensibilizando al alumno desde su primer contacto con la lengua por aprender.
La elección debe constar, principalmente, de textos cortos que se podrán evaluar de la siguiente manera:
- Tema y nivel lingüístico-gramaticales, apropiados para el nivel de los alumnos.
- En caso de ejercicios gramaticales, se evaluará si el grado de dificultad es el adecuado para que el alumno pueda crear y expresarse con las conjugaciones, evitando así en menor grado el uso de ejercicios de sustitución, pues se ha observado que los alumnos tienden a repetir verbos y palabras sin un contexto que las signifique.
- Los textos literarios pueden aparecer como textos “normales” sin necesidad de ponerlos en rubros aislados del contexto temático.
- Pueden aparecer solos, sin relación con los elementos que se vayan a tratar en esa lección.
- Pueden estar integrados, como material de presentación para determinados puntos gramaticales a intenciones o temas de la lección, como ejercicios de repaso al repetir una narración o para leer en voz alta, o bien, como inducción a la lección.
- Se pueden trabajar para la comprensión de lectura, memorizaciones, ejercicios de espacios para llenar, entre otros.
La manera en que se presentan los textos literarios permite que el alumno se identifique con una o más situaciones del texto, de tal manera que experimente emotivamente la ficción que le transmite la situación.
Reflexionar sobre la lectura y la obra literaria posiciona al alumno frente a un contexto que le resulta ajeno y que interpretará mediante sus propias experiencias, lo cual contribuirá a asumir un papel crítico frente a lo que significa otra sociedad.
Conclusión
Los textos literarios proporcionan vocabulario y amplían nuestro universo imaginativo, desarrollan la comprensión de lectura y evidencian que un texto literario, además de ser un producto estético que conserva sus reglas y propósitos particulares, es portador de nuevas estructuras y vocabulario. Los resultados que se obtienen al trabajar textos literarios han sido muy positivos y enriquecedores, pues aquellos alumnos que no tienen la posibilidad de viajar obtienen información sobre la cultura del país de origen de la lengua que aprenden y, simultáneamente, los elementos lingüísticos necesarios.
De igual forma, la comunicación literaria proporciona componentes culturales y permite al alumno conocer experiencias ajenas, reflexionar sobre éstas y diferenciarlas de manera crítica, integrándolas a su ámbito social.
La enseñanza de idiomas debe otorgar a la literatura una importancia pedagógica que permita responder a las exigencias de formación de los alumnos que supere la simple construcción lingüística. Los poemas, dichos, fábulas y pequeñas formas literarias, le proporcionan al alumno el manejo básico de la lengua, las herramientas para crear él mismo en el nuevo idioma nuevas frases y aumentar su vocabulario. De igual forma, le permite fortalecer el uso de las estructuras gramaticales que forman parte ineludible de su curso de idiomas. Así la literatura se vuelve tangible y se convierte en objeto de realidad.
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