Cultura
 

El Refrán y la formación de diversos aspectos simbólicos en el imaginario de los alumnos de octavo nivel

Francisco R. Rojas Caldelas, UAM-A
Rafael Bueno Rodríguez, UAM-A

 

Los refranes son expresiones que toman la forma de un enunciado; son concisos, agudos, endurecidos por el uso, que encapsulan situaciones, andan de boca en boca y funcionan como pequeñas dosis de saber, de un saber profano que se aprende conjuntamente con la lengua y tienen la virtud de saltar espontáneamente en cuanto una de esas situaciones encapsuladas se presenta. (Pérez, 1994: 29)

Si vemos al refrán desde una perspectiva lingüística, se tiene a un hablante que está en una situación “X o Y” y se tiene a un interlocutor, que observa ciertos rasgos de una situación o un estado en el cual él puede dar un consejo a su interlocutor.

Así, los refranes constituyen para Alonso y Zurro (1977: 20) un “llamado a la sensatez” una especie de saber empírico, práctico, nacido de la experiencia múltiple de la vida y tienen como funciones comunicativas: aconsejar, ilustrar, describir, adiestrar y contrarrestar.

Entre los primeros registros de un refranero encontramos vestigios de un refranero sumerio que data del siglo XVIII a. C. en un sitio arqueológico hallado a 200 Km. del Bagdad moderno y que como Kramer (1985:139) apunta: son documentos que obedecen a una tradición oral que los remontó y que reflejan una singular hermandad y una mentalidad sobre las cosas esenciales de la vida humana y que asemejan a las actuales.

 

Los refranes y la clase de lenguas

Una temática que se toca continuamente en los cursos intermedios altos y avanzados, es el analizar ciertos refranes en la lengua meta. Sin embargo, se observa que en la práctica el docente reproduce el refrán tratando de encontrar su equivalente en el español. Y aquellos refranes que no encuentran cabida en el español son ignorados, por ejemplo: “between the devil and the deep blue sea”.

Este refrán encuentra su equivalente en el español: “estar entre la espada y la pared”.

En este caso el refrán ilustra una situación en donde no hay alternativas claras y el sujeto se verá obligado a actuar contra su voluntad.

Al emplear este tipo de metodología de corte deductivo tradicional, se restringe toda la riqueza de la creatividad lingüística del oyente, ya que éste no inventará una situación aplicable a la información recibida, su labor será únicamente, incorporar el significado a su estructura cognitiva como un artículo de fe.

En cambio desde una postura comunicativa hablar de la creación del significado, como suele ocurrir en la lengua nativa, es el mejor estímulo para provocar una conversación en la lengua meta en la cual se observen los argumentos que dan sustento a la creación.

Es en esta dimensión de un ámbito completamente libre, en la cual no existe la restricción de lo correcto o incorrecto, donde el imaginario se recrea. El imaginario se inventa primero a escala personal como un acto íntimo en las raíces más profundas de la propia consciencia; estrato de significado al cual Pierce llamó una vez la condición de “primeridad”.

Así, el imaginario es un espacio personal e íntimo para la representación simbólica, (Winick, 1969: 347) cuya imagen es reflejo de las percepciones precedentes, soporte de la idea y materia prima del pensamiento (Del Campo, Marsal, Garmendia 1975: 1053) y estamos de acuerdo con autores como Hume, Descartes y Kant para quienes este espacio simbólico tiene además la facultad de producir reglas, y aproximar las intuiciones hasta llegar a los conceptos.

Cicourel (1973: 100) nos ilustra acerca del problema de la construcción del significado, el cual tiene dos vías: la primera, la lingüística que pone énfasis en las propiedades del lenguaje que son relevantes para el desarrollo de asociaciones lógicas y reglas para describir la asociación entre las estructuras, los objetos y los eventos a los que las expresiones se refieren.

La segunda vía es una tendencia etnometodológica, la cual enfatiza el trabajo interpretativo que se requiere para reconocer que una regla existe y que es aplicable en tal o cual situación, es decir, cómo se construyen esos escenarios de interacción y la creación de reglas para cada circunstancia en específico.

Es en el plano lingüístico el sitio donde la metáfora juega de manera activa con la referencia semántica en la que las “palabras dejan ver unos agujeros lógicos de detonación que cada lector debe llenar con elementos sacados de su imaginación, de su propia existencia, de su cultura. (Cohen, en Le Guern, 1976: 24).

Es decir, según Richards (1965: 93) cuando empleamos una metáfora en la formulación más sencilla, tenemos dos ideas de cosas diferentes que actúan y que se ven contenidas en una sola palabra, y una sola frase cuya significación es resultante de su interacción.

De este modo la metáfora opera: al obligar a abstraer en el plano de comunicación lógica cierto numero de elementos de significación, ella permite mantener en relieve los elementos mantenidos; a escala distinta de la pura información, y por medio de la introducción de un término extraño en la isotopía del contexto, provoca la evocación de una imagen asociada que percibe la imaginación, y que ejerce su impacto sobre la sensibilidad sin el control de la inteligencia lógica, pues la naturaleza de la imagen introducida por la metáfora le permite escapar de él. (Le Guern, 1976: 26)

Sobre la base de estos puntos se decidió diseñar los reactivos acerca del aspecto que ilustran, para ver la identificación de referentes y de asociaciones lógicas, siguiendo la postura lingüística.

En este sentido epistemológico, exploremos el imaginario de los alumnos del octavo nivel de inglés en la UAM-A con el objeto de observar las visiones que tienen con respecto a diferentes refranes mexicanos y examinar cómo el proceso de generación del significado produce una interacción comunicativa real y auténtica, teniendo como base el imaginario de los propios alumnos.

Esta muestra estuvo conformada por diez alumnos de dicha universidad con edades de 22 a 31 años, seis mujeres y cuatro hombres, durante el trimestre 03-I.
Se les hicieron cuatro preguntas con respecto al origen y uso de los refranes y se les pidió como tarea complementaria que describieran el significado de catorce refranes mexicanos.

Los refranes fueron los siguientes:

  • Buscarle ruido al chicharrón
  • Hacer de tripas corazón
  • Curarse en salud
  • Ay Chihuahua, cuanto apache y cuanto indio de huarache
  • Ah que mi dios tan charro que ni las espuelas se quita
  • Eres el ajonjolí de todos los moles
  • Con qué ojos, divina tuerta
  • Cuando el tecolote canta el indio muere, ello no es cierto pero sucede
  • Chenche no canche
  • De esas pulgas no brincan en tu petate
  • En lunes ni las gallinas ponen
  • Le resultó la gata respondona
  • Los mirones son de palo
  • Es pura llamarada de petate

Los aspectos de los refranes que se preguntaron fueron:

  • ¿Que aspecto ilustra?
  • ¿Que situación le dio origen?
  • ¿Se dirige hacia un género o hacia una clase social?

 

Buscarle ruido al chicharrón

Para darnos una idea de la gama de interpretaciones que pueden surgir a partir de una frase (refrán) en cuanto al aspecto que ilustra, se encuentran diversas interpretaciones hechas por los alumnos de la muestra.

Mientras que para algunos alumnos significa que se debe buscar el lado rico de las cosas; para otros es tratar de encontrar defectos en donde no los hay. En este sentido este refrán les sugiere una relación de causa-efecto sobre un acontecimiento. Pero para el 60% de los alumnos tiene que ver con buscar problemas o crearlos, que de acuerdo al refranero mexicano éste es el sentido que verdaderamente dio origen al citado dicho popular.

En cuanto a la situación que le dio origen hay quienes piensan que fue la actitud insistente o curiosa de la gente de conocer que fue lo que causó cierta situación; otro alumno asegura que fue la naturaleza consistente y ruidosa del chicharrón mismo, vista desde un aspecto meramente gastronómico; pero también hay quienes opinan que el origen tiene que ver con la actitud de necedad de la gente que se empeña en molestar a los demás y crea problemas por su impertinencia.

Es de interés ver como la metáfora del chicharrón opera, en primer lugar, esta rica comida en su estado seco, no guisado es un material frágil, y en segundo lugar es ruidoso, fácil de quebrar. Estos dos rasgos se transfieren de dos maneras: en primer término, a una situación difícil u obscura que ya existe, así, esta situación difícil, tensa, frágil y de cierta manera secreta se puede quebrar y hacer ruido y ser notoria evidenciando las verdades y lo cual puede acarrear problemas. Y en otro sentido, estos rasgos son aplicables al carácter de una persona, difícil, o con poder en la que no es conveniente romper esa frágil cubierta y descubrir esa persona agresiva, grosera cuyo contacto con ella nos puede ocasionar un problema.

Sin embargo el rasgo permanente primario es la relación de la causa y el efecto sobre un evento.

No obstante, es interesante observar las inferencias que los alumnos de la muestra hacen respecto a la direccionalidad de clases a que puede dirigirse este refrán. Encontramos que un 60% considera que no tiene que ver con una clase social determinada, mientras que un 30% opina que tiene que ver con las clases bajas, porque es entre esta clase que el chicharrón es más consumido y sólo un 10% cree que tiene que ver con la clase media.

 

Los mirones son de palo

Este refrán tan socorrido por los mexicanos en diferentes ocasiones, que a nuestra lógica sería fácil de codificar, se encontró en la muestra con los siguientes resultados:

En cuanto los objetos y personas:

Personas “los mirones”: se asume que existen dos o más personas en este escenario, en una actividad de observación y que deben mantenerse calladas, son participantes en una actividad no de manera activa, cuya única actividad permitida es la mirada, esta prohibido meterse interferir, participar y hablar.

Este refrán es aplicable a personas entrometidas o metiches, que intentan violar la fuerza ilocucionaria de la frase, que es una invitación a estar callado y no participativo.

La situación: es percibida como una situación que es difícil, percibida en el 40% de los alumnos como un problema, como una situación que debe ser secreta.

El problema es percibido como resultado en una relación causal, si abres la boca, si rompes el secreto se creará un problema. En este sentido, el refrán encuentra su rasgo de universa-lidad ya que en la vida se encuentran problemas, y en los que lo mejor no es tomar partido y callarse siendo una proyección del yo hipotético hacia un universo irreal.

Las cosas: El palo

El rasgo metafórico de no-animación absoluta del palo, nuestra alumna lo describe de la siguiente manera: “el palo no vive, (por que ya es palo, no-árbol), no siente, no habla, no hace nada y estuvo ahí cuando alguien hablaba con otra persona de algo importante observando al palo”.

En cuanto al origen: el 60% especifica que lo creó la dinámica de los juegos de azar, se citaron el ajedrez, el dominó y la baraja. Que está de acuerdo con la historia del refrán, no obstante, un alumno menciona que lo originó la apatía, otro la revolución, dos alumnas transfieren el origen a la impertinencia del entrometido, otra alumna en los problemas fami-liares y finalmente, una alumna cita “El origen puede ser en que un ranchero, le estaba siendo infiel a su mujer y la amante preocupada de que alguien fuera a rajar, le dijo al esposo infiel, que no se preocupara pues que sólo estaban rodeados de palos y de magueyes y nadie diría nada.”

La reflexión de la clase:

Una vez discutidos los resultados se hace una reflexión acerca de los rasgos de los refranes y como operan, con motivo de llevar al alumno a la metacognición:

Una de las funciones que siguen los refranes es que son epítetos que describen una situa-ción relativa a una persona.

  • Al que no habla dios no lo oye
  • Lo puso barrido y regado o lo puso como dios puso al perico

Existen refranes en que lo importante es la transferencia del rasgo de ausencia de animación a la animación en los que las personas son denotadas por los objetos:

  • Aunque somos del mismo barro, no es lo mismo el bacín que el jarro
  • Le pides peras al olmo
  • El que nace pa maceta no pasa del corredor
  • Feliz como perro de rancho después de boda

Otra serie de refranes enfatiza o sataniza ciertas acciones:

  • Muertos los changos por hacer columpio
  • No quiero que dios me dé sino que me ponga donde haya
  • De que mueren los quemados... de ardores
  • Caballo que alcanza gana

De este modo todos los refranes ilustran algún aspecto no observado por otros. Cabe decir que en esta época que existe una atmósfera laxa en cuanto a la sexualidad existen también ciertos refranes que tratan este rasgo y que son derivados de un refrán clásico.

  • Si quieres saber quién es vive con él un mes (original)
  • Si quieres conocer a Inés vive con ella un mes
  • Si quieres conocer a Andrés vive con él un mes
  • Palo dado ni dios lo quita
  • Palo dado aunque sea de lado (Dicho por Brozo en T.V.)
  • En donde las dan las toman
  • A caballo palpado nunca lo montes confiado
  • La tortilla y la mujer se han de comer en caliente pues si las dejas enfriar, ni el diablo les mete el diente
  • En tiempo de tempestad cualquier agujero es puerto

Es importante la observación relativa a la formación del origen ya que en ella se recrean los escenarios que otorgan vida a un refrán.


Por ejemplo, existe una gran variedad de refranes que tiene por origen la cocina

  • El comal le dijo a la olla
  • Ese arroz ya se coció
  • Estar como agua para chocolate
  • Hacer de chivo los tamales

En el caso de, a que clase social a la cual se dirigen, se observa el aspecto de interacción entre los agentes del discurso ya que existen tres direcciones posibles que socialmente pue-de tomar un refrán:

De la clase alta a la clase baja:

  • Es la ley de Caifás al fregado, fregarlo más
  • Le salío la gata respondona
  • Con los curas y los gatos, pocos tratos

Los universales:

  • Te agarraron con las manos en la masa
  • De tal palo tal astilla

De la clase baja a la clase alta:

  • De esas pulgas no brincan en tu petate
  • No le hagas un favor a un rico, que no lo ha de agradecer

 

Conclusiones

Se reconoce el potencial del refrán como generador de una gran diversidad de aspectos simbólicos; que se pueden tratar de manera amigable en el salón de clase, generando una clase que se acerca más a la lingüística, pero que al ser llevada a cabo en la lengua meta se convierte en una actividad del mundo real y comunicativa.

En este enfoque se orienta al alumno a descubrir sin miedos ni restricciones los significados de manera inductiva, en un esquema comparativo de respuestas en el cual el profesor es meramente un mediador entre las interacciones de los alumnos. En el que se promueve la construcción del significado en el más puro sentido epistemológico respetando las diferen-tes miradas, los puntos de encuentro y divergencias fomentando la creación de la lengua en los alumnos.

En este pequeño experimento muestra que los jóvenes universitarios, no usan demasiado los refranes por lo que se van perdiendo: sus rasgos de significado van cambiando o dan origen a nuevos refranes, revelando el aspecto diacrónico y sincrónico de la lengua además de sus efectos en diferentes generaciones.

Desde el punto de vista afectivo se fomenta la cercanía entre el maestro y el alumno. En el cual el error es visto como un proceso aproximativo entre el significado real y las hipótesis generadas por los alumnos. En la que se reconoce la utilización del imaginario, como una herramienta pedagógica explotable en diferentes niveles.

 

Bibliografía

Alonso y Zurro 1977
La traducción bíblica: lingüística y estilística.
España: editorial Cristiandad

Cicourel 1988
Approaches to Discourse
en Widowson H.G. Explorations in Applied Linguistics eds. Oxford, Inglaterra: Oxford University Press

Cohen, Jean
1970 Structure du langage poetique en Le Guern M.(1976) La metáfora y la metonimia. Madrid, España: ediciones Cátedra

Del Campo, Salustiano; Marsal, Juan; Garmendia, José.
1975 Diccionario de ciencias sociales. Madrid , España: U.N.E.S.C.O

Le Guern, Michelle
1976 La metáfora y la metonimia. Madrid, España: ediciones Cátedra,

Pérez, Herón
1994 Refrán viejo nunca miente. México: ed. Colegio de Michoacán A.C.

Kramer, Samuel
1985 La historia comienza en Sumeria. Barcelona, España: ed. Orbis

Velasco, Miguel
1961 Refranero Mexicano. México: Libromex editores

Richards, I. A .
1965 The Philosofy of Rethoric. Nueva York, U.S.A: Oxford University Press

Winick, Charles
1969 D iccionario de antropología. Buenos Aires, Argentina: ed. Troquel

 
ReLingüística Aplicada no. 4